El déficit del Estado alcanza en junio el 3,81%, el objetivo para todo el año
La mejora en las cuentas públicas es insuficiente, mientras la inflación baja en julio al 1,8% y el PIB cae solo una décima entre abril y junio
MADRID. Actualizado: GuardarUn año más, el cumplimiento del objetivo de déficit público parece difícil de alcanzar. A pesar del margen que Bruselas concedió a España en el mes de mayo, las cuentas no le salen al Estado. En el primer semestre, el déficit público de la Administración Central se situó en 40.001 millones de euros, lo que equivale al 3,81% del PIB, que es el objetivo que fijó Hacienda para todo el año.
Pero el ministro Cristóbal Montoro prefiere resaltar que el déficit ha caído un 8,2% respecto al primer semestre de 2012 -cuando estaba en el 4,15% del PIB- y que esto «aporta fortaleza al final de la recesión económica». Precisamente, el INE ha confirmado que el Producto Interior Bruto (PIB) cayó solo un 0,1% entre abril y junio, lo que significa que la tendencia hacia la estabilización se acentúa. El día deparó otra noticia económica positiva, como es la reducción de la inflación: en julio bajó al 1,8% frente al 2,1% en que se había instalado en junio.
La explicación a esta rebaja es que el precio de los medicamentos y de la energía aumentó menos que en el mismo mes del año pasado, que fue cuando entró en vigor el copago farmacéutico. Significa, por tanto, que ha dejado de sentirse el efecto 'escalón', que es como se denomina al impacto que tienen unas medidas en las estadísticas cuando se compara con meses donde esas medidas no estaban en vigor.
Fundamentalmente han sido las subidas de impuestos aprobadas por el Gobierno las que han empujado al alza la inflación, que está demasiado alta para una economía en recesión. No obstante, el Gobierno prevé que se acabe el año en torno al 1% cuando también se difumine el 'efecto escalón' de la subida del IVA, que se aplicó a partir de septiembre.
Una subida que ha tenido un efecto negativo en la inflación, pero que ha permitido incrementar la recaudación. Según los datos publicados ayer por el Ministerio de Hacienda, la recaudación impositiva creció un 4,7% en el primer semestre de este año, esencialmente por la subida del IVA, que ha aportado un 16,9% más de ingresos entre abril y junio, mientras que el IRPF y el Impuesto sobre Patrimonio han disminuido un 3,6% su recaudación hasta junio.
Subida de impuestos
Como el Gobierno volvió a subir el pasado mes de junio los impuestos sobre el tabaco y el alcohol, eliminó deducciones en el Impuesto sobre Sociedades y creó un nuevo impuesto ecológico sobre los gases fluorados, y como la previsión es que la actividad económica mejore un poco (aunque apenas algunas décimas de PIB), se puede esperar que los ingresos impositivos sigan creciendo.
Que eso sea suficiente para cumplir el objetivo de déficit público está por ver. El gasto en intereses de la deuda pública seguirá aumentando porque habrá nuevas emisiones y, por tanto, más volumen de deuda en circulación que hay que remunerar.
En el primer semestre, los pagos financieros aumentaron un 14,4% y solo en junio, el aumento fue del 27,3%. Si no se contabilizara la carga financiera, el déficit sería de 26.017 millones de euros, un 17% inferior al del año pasado, señala el Ministerio de Hacienda. El gasto creció un 2% acumulado hasta los 89.529 millones, en términos de contabilidad nacional. Descontando intereses, pensiones y gasto en prestaciones por desempleo, disminuyó un 3,8%.
En cualquier caso, mantener el déficit del Estado en el 3,8% durante los próximos seis meses va a resultar muy arduo. En los últimos cinco años, desde que comenzó la crisis, no se ha cumplido jamás el objetivo. Además, en principio, el Estado no va a contar con la carta que jugó el año pasado para que el déficit no se disparara del todo: no abonar la paga extra a los funcionarios. Este año, dice que no la va a suprimir. Por la parte positiva, le queda por realizar solo una cuarta parte de las transferencias a la Seguridad Social previstas para todo el año.
El Gobierno, ahora, pone el acento en la tendencia. La inflación inicia el descenso, la caída del PIB está próxima a cero, los ingresos impositivos crecen y el paro se reduce.
Pero las cifras absolutas ensombrecen el escenario: hay casi seis millones de parados, la demanda interna no remonta, la deuda pública bate récords y el déficit del Estado superó en junio los 40.000 millones de euros, medido en términos de contabilidad nacional.
Con este bagaje económico afrontará el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, su comparecencia en el Congreso mañana, donde la expectación se concentra en las explicaciones que pueda dar sobre el 'caso Bárcenas', aunque también hablará de economía. Y no se descarta que anuncie alguna medida económica que desvíe parte de la atención de su relación con Bárcenas a las próximas reformas del Ejecutivo.