El pecado de Washington: «ignorar demasiado tiempo la economía»
El presidente coge aire ante las batallas fiscales que dará tras el verano y reclama al 'stablishment' no recurrir al partidismo
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarEn su afán por ganar impulso para las batallas fiscales que dará a la vuelta del verano, Barack Obama proclamó esta semana ante una audiencia integrada en su mayoría por jóvenes que Washington -la manera genérica con que gusta nombrar al 'stablishment' político- ha «ignorado» demasiado tiempo la economía. Luego prometió dedicarse de lleno a sanar las penurias que afligen a la clase media.
Obama regresó a la Universidad de Knox (Illinois), donde en 2005 -como senador- pronunció el primer discurso importante de su carrera sobre la situación económica de EE UU. Fiel a su libreto, criticó al Congreso por desentenderse de la economía y enfrascarse en un «interminable desfile de distracciones, gestos políticos y falsos escándalos». «Esto debe cesar», bramó desde la tribuna. «Puede parecer difícil hoy en día, pero si estamos dispuestos a tomar algunas medidas audaces, si Washington deja de lado el tipo de partidismo que hemos visto en estos últimos años, nuestra economía será más fuerte dentro de un año», pronosticó el mandatario.
Después, puso en valor su legado: en los últimos tres años y medio las empresas norteamericanas han creado 7,2 millones de nuevos puestos de trabajo y que durante 2013 el crecimiento del empleo en el sector privado está siendo el más fuerte desde finales de los 90. Aún así, alertó sobre la creciente desigualdad, que es «moralmente mala y también mala para la economía».
Un día más tarde, en un importante puerto industrial de Florida, Obama exaltó la necesidad de contar con un sector público fuerte que contribuya a la mejora de las grandes infraestructuras del país. Ambas apariciones fueron los aperitivos de lo que se avecina en los próximos días a lo largo de otras ciudades. Industria, enseñanza, vivienda, salud y pensiones, básicas en el gasto federal, centrarán su discurso.