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Centro de pillaje Los Gallos
El ambulatorio que nunca se abrió se ha convertido en un gran surtidor de chatarra
Actualizado: GuardarEl centro de salud de Los Gallos lleva abandonado desde que finalizó su construcción hace cuatro años y desde entonces parecía que 'cerrado a cal y canto'. La realidad es bien distinta: la puerta de acceso a los aparcamientos, a un giro de muñeca; la de entrada al edificio, abierta de par en par.
Sin entrar en lo que fue uno de los proyectos más importantes de Chiclana años atrás, se observa cómo no son sólo el paso del tiempo y los defectos de construcción que impidieron su apertura los que han hecho mella en el ambulatorio de la costa. A través de las ventanas por las que los más curiosos se paran a mirar, se ven los techos totalmente abiertos y los restos de cables robados colgando o directamente cubriendo el suelo.
Pero tampoco hace falta fijarse en el interior del edificio, los contadores saqueados que se encuentran justo a la entrada del aparcamiento ya delatan lo que se podrá encontrar dentro. También sin cruzar la puerta principal se constata lo que allí está ocurriendo, hasta dos excavaciones de forma perfectamente cuadriculada para sustraer las conexiones de salida de los suministros de luz y agua.
Al cruzar la puerta, el panorama es el mismo. Los techos abiertos completamente para sustraer el cableado y los suelos repletos de restos y escombros. Alguna botella de cerveza o zumo evidencia con la tranquilidad que se toman allí su trabajo los que han dado con esta gran mina de chatarra. Y no sólo metales, también ventanas, focos o todas las piezas de los cuartos de baño.
Ya no es únicamente el coste de las obras mal hechas en este centro de salud, proceso que aún continúa abierto en el ámbito judicial. Ahora se suma el destrozo al que se está sometiendo por el estado de abandono en que se encuentra y por los robos que se están produciendo. Antes, se estimaban en unos 800.000 euros los costes de reparación, pero por día van creciendo. Mientras tanto, para poder emprender alguna solución, el Consistorio continúa esperando a que la Junta de Andalucía le conceda la prórroga del convenio de 2004.