La ira estalla en Túnez por el asesinato de otro líder opositor
Miles de manifestantes muestran su indignación por la muerte a tiros de Mohamed Brahmi, el segundo dirigente fallecido en cinco meses
TÚNEZ. Actualizado: GuardarEl segundo asesinato de un dirigente opositor en apenas cinco meses sumió ayer a Túnez en una nueva espiral de violencia e indignación. Miles de personas salieron a las calles de la capital y de la localidad de Sidi Bouzid -cuna de la 'primavera árabe'- para protestar por la muerte a tiros de Mohamed Brahmi. El diputado izquierdista y miembro del Frente Popular recibió once balazos a las puertas de su casa, en el distrito de la Ciudad el-Ghazela, cuando se disponía a descender de su automóvil. Según el testimonio de su hija, los atacantes eran dos hombres armados que viajaban en motocicleta y se dieron a la fuga.
Trasladado de inmediato al hospital, los médicos no pudieron sino certificar el fallecimiento de Brahmi, que tres días antes había renunciado a su cargo como secretario general de la agrupación de izquierdas Movimiento del Pueblo para unirse a la plataforma Frente Popular.
Las similitudes entre su fallecimiento y el de Chokri Belaid -abatido a tiros frente a su vivienda el 6 de febrero por un hombre que huyó en moto- levantaron las voces contra el principal partido gobernante, el islamista Ennahda, al que numerosas personas culparon entonces de la muerte del dirigente opositor. El Gobierno, sin embargo, responsabilizó en abril a cinco supuestos salafistas del incidente.
«Nuestra familia tenía el sentimiento de que Mohamed iba a correr la misma suerte que Chokri Belaid», agregó Chhiba Brahmi, la hermana del líder fallecido ayer, conocido por su postura crítica hacia la mayor formación que integra el Ejecutivo. «Acuso a Ennahda. Ellos lo mataron», agregó llorando.
La repulsa mostrada por distintos grupos contra el partido derivó en un desbordamiento de tensión en las calles de la capital. «Abajo el régimen de los islamistas», gritaron miles de personas que fueron dispersadas con gases lacrimógenos después de congregarse delante de la sede del Ministerio del Interior, que en un breve comunicado calificó a Brahmi como un «mártir».
La rabia que se hizo sentir en Túnez alcanzó especial fuerza en Sidi Bouzid, donde manifestantes prendieron fuego a la sede de Ennahda. «Miles de personas se han echado a las calles, han bloqueado carreteras y quemado neumáticos», relató Mehdi Horchani, un residente de la localidad en la que brotaron en 2011 las revueltas que derrocaron a Zine el-Abidine Ben Ali.
Huelga general para hoy
El nuevo estallido de violencia agita el fantasma de los disturbios de hace cinco meses por el asesinato de Belaid, cuyas protestas abrieron una crisis política que provocó la dimisión del Ejecutivo dirigido entonces por Hamadi Yebali. En consonancia con la indignación por la muerte de Brahmi, el principal sindicato de Túnez, la UGTT, ha convocado para hoy una huelga general. No ha surtido efecto el llamamiento a la calma y la unidad del partido Ennahda. «Este crimen atroz y cobarde es un nuevo intento de golpear la seguridad del país y empujarlo a la violencia», denunció el responsable de la formación islamista, Rachid Ganuchi.