«Tenía encima de mí gente que no se movía»
El joven de 13 años se recupera de cuatro fracturas en una clínica de Santiago tras ser rescatado de una montaña de cadáveres Adrián Mejuto Adolescente que viajaba en el tren
SANTIAGO. Actualizado: GuardarAdrián Mejuto era un chaval como los demás, algo más fuerte y más alto que sus compañeros de 13 años al que le gustan los videojuegos y la calle, como a todos. Desde ayer, cuando la vida estuvo a punto de partirle la madre, es una persona que tendrá que asumir una gran pregunta: por qué la suerte lo salvo a él. «Sé que he tenido muchísima suerte, pero por ahora no lo he pensado mucho. Las cosas han ido pasando, nada más». Comenzaron a suceder a las nueve menos veinte de la noche del miércoles, cuando el Alvia que estaba a punto de dejarle en Santiago para pasar unos días con su padre comenzó a escorarse a la derecha. Lo cuenta desde una habitación de la clínica La Rosaleda, donde se recupera de fracturas de clavícula, muñeca, tobillo y costilla, todas en la parte izquierda.
-¿Cómo recuerdas la escena del golpe?
-Fatlaba muy poco para llegar. Íbamos un poco rápido. Hubo un golpe y se cayó parte del equipaje. Después cayó todo y se apagaron las luces. Entonces no sé muy bien qué pasó. Sentí como sí me dieran bofetones en la cara, muchos y con muchos objetos. Sentí golpes por todo el cuerpo. Las sillas y la gente y todo lo demás salió volando.
-¿Qué ocurrió cuándo paró?
-Estaba atrapado entre una lámina del techo y una silla, más o menos bien. Tenía miedo, por eso gritaba para pedir socorro, pero había mucho humo. Tenía encima de mí gente que no se movía. Notaba sus piernas, una en el estómago, otras en la parte izquierda que me bloqueaban. Salían de debajo de las sillas. No sé qué fue de ellos, pero igual están muertos. Me gustaría saber cómo están.
-¿Cómo conseguiste salir?
-Solo veía un rectángulo de luz y notaba que podía salir por la izquierda, pero en esa parte tenía mucho daño. Oí qué venía gente y les pedí socorro a gritos, hasta que vi a un policía que me dijo que me sacaría de allí. Entonces me levantaron y me llevaron en volandas.
-¿Qué viste?
-Sobre todo veía el cielo.