A Grandeira, la curva maldita
Un niña fue arrollada en el viraje hace siete años y hace veinte se produjo un corrimiento de tierras por causas desconocidas Los vecinos de Angrois recuerdan los percances en la vía férrea que cruza el barrio
Actualizado: GuardarEl barrio de Angrois y la curva de A Grandeira están en boca y oídos de todos. Para la mayoría de los vecinos de esta zona de Santiago el viraje de la vía del tren no es para nada desconocido. La curva donde se ha producido la tragedia ha dado problemas desde hace décadas y son numerosos los incidentes que se han producido en ella.
Muchos son los vecinos que comentan que el día que se inauguró el tren de alta velocidad, se veía como el tren se tambaleaba al doblar la curva dando la sensación de que podría descarrilar, pero nunca imaginaron que ocurriría una catástrofe. Cuando se construyó este tramo de vía, Angrois quedó separado en dos y era frecuente que los ciudadanos saltasen la valla de protección para cruzar al otro lado de la vía sin tener que dar un rodeo. Se trata de una curva de noventa grados y muy pronunciada, donde los ferrocarriles circulan con poca visibilidad y despacio, no pueden ir a más de 80 kilómetros por hora.
El viraje de A Grandeira ha estado muy ligado a los percances de todo tipo, por no decir que se trata de una zona maldita. Herminia Carvajales, vecina de Angrois, aún recuerda el corrimiento de tierras que provocó hace veinte años que otro tren descarrilase, pero en aquella ocasión no hubo ninguna víctima mortal y solo dejó algún que otro herido.
Ese accidente coincidió con el paso de 'Hortensia', una de las tormentas ya convertida casi en una leyenda o un cuento rural, que asoló Galicia y dejó una profunda cicatriz en la memoria de muchos. Puede que aquel corrimiento de tierras se debiese a la gran tempestad y vientos que asolaron todo el interior de Galicia. Puede que se debiese a una mala construcción de los alrededores de la vía. Nunca se supo.
«Durante la época de Franco los jóvenes bajaban a quitar la traviesas de la vías del tren. Era una de sus travesuras. Bromas de niños pequeños que molestaban a las autoridades, pero que nunca causó ningún problema» pese al riesgo que conllevaba quitar las tablas de madera, añade Carvajales.
Niña arrollada
Otro incidente que tuvo lugar en Angrois, y en el que un tren también fue protagonista, ocurrió hace siete años cuando una niña murió arrollada por un convoy. Las vías cortaban un parque infantil y era frecuente que los pequeños saltasen de un lado a otro cruzando el peligroso tramo. «Aquí juegan con la pelota, muchas veces se les va a la vía; y, como es lógico, intentan cogerla», comenta Isidro Castaño, vecino del barrio. La pequeña paseaba por la vía con su bicicleta junto a otros dos amigos cuando el tren apareció. El maquinista puedo avisar con la bocina, pero solo dos de los niños pudieron saltar. La pequeña fue arrollada por la locomotora y los vagones y murió en el acto.
«Aquello fue una tragedia, pero se veía venir. Esa zona no estaba vallada y cualquier persona podía cruzar», explica Alberto Cabreteiro, otro vecino de Angrois. El accidente provocó la reacción vecinal contra la Xunta de Galicia y la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para que cercaran la vía y construyesen un puente que uniese las dos partes de la parroquia. Los vecinos convocaron manifestaciones y caceroladas que surtieron efecto porque en 2011 se inauguró un paso entre las vías.
Además, los vecinos de Angrois tienen una preocupación añadida, la línea ferroviaria se encuentra al lado de una autovía y los lugareños temen que los accidentes de coches que ocurren en el puente que la cruza ocasionen una tragedia si los vehículos caen a las vías del tren. De momento no ha ocurrido, pero las gentes de la zona creen que es cuestión de tiempo que suceda y haya otra tragedia.