Las figuras del deporte recuerdan a las víctimas

El mundo del deporte español fue ayer especialmente activo en sus muestras de dolor, apoyo y cariño hacia las víctimas del siniestro ferroviario de Galicia y de solidaridad hacia sus familias. Los comunicados y las notas de apoyo se sucedieron en las federaciones de fútbol, balonmano, baloncesto, en el Consejo Superior de Deportes o en el Comité Organizador de los Mundiales de Natación que se celebran en Barcelona.

Pero si las instituciones deportivas salieron en tromba a tratar de confortar a los afectados por el terrible siniestro, quienes madrugaron en las redes sociales para trasladar a las familias y a los heridos su cariño y pesar fueron algunas de las más relevantes figuras del deporte español.

Rafa Nadal, el mejor tenista español de todos los tiempos, y Pau Gasol, su homólogo en el baloncesto, utilizaron sus cuentas de Twitter para mostrar su conmoción por el accidente y darle todo su cariño a la víctimas y sus allegados. Con distintas variantes, la operación se repitió en mensajes de futbolistas como Fernando Llorente, Javi Martínez, Andrés Iniesta o Juan Mata, de baloncestistas como Ricky Rubio o Rudy Fernández, de tenistas como Fernando Verdasco, Feliciano López, Tommy Robledo o Conchita Martínez, o de campeones mundiales de motociclismo como Jorge Lorenzo.

Los pilotos Fernando Alonso y Pedro de la Rosa también aprovecharon la comparecencia pública de la escudería Ferrari previa al Gran Premio de Hungria, que se disputará este fin de semana, para posar junto a una pancarta en la que se leía «Todo nuestro apoyo a las víctimas de Santiago». Alonso aseguró a los periodistas que está muy impactado por el trágico suceso y que hará todo lo que esté en su mano para lograr el domingo una buena posición en la meta de Hungría para poder dedicar su trabajo a las familias de las víctimas.

La selección española de fútbol también logró permiso de la UEFA para que en el partido del europeo sub'19 entre el combinado nacional y Holanda, que se disputó ayer, se guardase un minuto de silencio antes del inicio y que los jugadores españoles pudiesen lucir un brazalete negro.

El equipo de fútbol del Lugo fue aún más expeditivo y decidió suspender su amistoso con la Ponferradina como muestra de respeto.