El maquinista Francisco José Garzón Amo. :: REUTERS
ESPAÑA

Enredado por su afición

El maquinista Francisco José Garzón Amo sufre un juicio paralelo por publicar en una red social que iba a 200 km/h

SANTIAGO. Actualizado: Guardar
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Ha sido una de las imágenes más utilizadas por los periódicos para ilustrar la tragedia de Angrois sin que nadie se percatara de que el hombre más buscado por los periodistas en Galicia pasaba por una víctima más del terrible accidente. Francisco Jose Garzón Amo, el maquinista del Alvia accidentado, es ese hombre con la cabeza ensangrentada que parece dar explicaciones a través de un móvil acompañado -escoltado- por un policía.

Garzón Amo ha pasado las últimas horas recuperándose de sus heridas en un centro sanitario custodiado por agentes. Según fuentes de la investigación, admitió en una conversación con el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, que en el momento del accidente el tren iba a 190 kilómetros por hora, cuando el límite de velocidad en esa zona es de 80 kilómetros hora. El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago de Compostela ordenó a la Policía Judicial que le tome declaración como imputado.

Aunque lleva más de 30 años como conductor en Renfe, son pocas las personas que admiten conocerle o simplemente prefieren no hacer comentarios sobre él más allá de los años de servicio y su profesionalidad. El secretario general del Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (SEMAF), Juan Jesús García Fraile, destacó que era un profesional con «más de 30 años» de carrera profesional en Renfe, aunque como admitió el presidente de la línea ferroviaria, Julio Gómez-Pomar Rodríguez, era maquinista titular desde hace diez años y «llevaba más de un año en esta línea».

Divorciado, con 52 años, natural de Monforte de Lemos (Lugo) y residente en La Coruña, Garzón Amo dedicaba buena parte de su tiempo libre a bucear en las redes sociales. Una afición que le ha provocado la animadversión de miles de ciudadanos. Pese a que su perfil en Facebook fue borrado con cierta premura por la red social, no evitó que el maquinista haya sido condenado en un juicio público paralelo por publicar en marzo de 2012 una foto en la que mostraba que iba a 200 kilómetros por hora en tren y hacía chistes: «Qué gozada sería ir en paralelo con la Guardía Civil y pasarles haciendo saltar el rádar. Je je, menuda multa para Renfe».

No ha sido su única incursión en una red social, el maquinista tiene también cuenta en Google+, ha firmado como activista en la red Change.org en la petición 'Ministerio de Fomento: Que no se cierre ninguna línea ferroviaria' con el simple argumento de ser un transporte «ecológico y social» y tiene perfil en Netlog, una red donde puede contactar con otras personas, en la que asegura ser andaluz.