El juez Pablo Ruz, a su llegada ayer en coche a la Audiencia Nacional. :: BALLESTEROS / EFE
ESPAÑA

El Poder Judicial mantiene la incógnita de quién instruirá Gürtel y los papeles de Bárcenas

El Consejo autoriza a Ruz que siga como refuerzo en la Audiencia Nacional aunque será Carmona el que decida el reparto

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A poco más de un mes de la llegada del Miguel Carmona a la Audiencia Nacional, el futuro de la instrucción de los casos 'Gürtel' y 'papeles de Bárcenas' seguirá siendo una incógnita. El Consejo General del Poder Judicial autorizó ayer, en una votación muy dividida, que Pablo Ruz no vuelva a su destino en los tribunales ordinarios del municipio madrileño de Móstoles y que siga como refuerzo en el Juzgado de Instrucción 5 al menos seis meses más sin necesidad de convocar un concurso.

Eso sí, el órgano de gobierno de los jueces evitó entrar en la cuestión más espinosa y no decidió quién de los dos magistrados, si el titular o el de refuerzo, se ocupará de los sumarios ya en trámite, entre ellos los dos delicados casos que afectan al PP. La Comisión Permanente tomó una decisión salomónica que, lejos de despejar dudas, deja abierta la posibilidad a un enfrentamiento entre los dos jueces. El acuerdo alcanzado establece que ambos, una vez que se incorpore Carmona, deberán «establecer la distribución de cometidos en los términos que previene la ley».

Esa norma es el artículo 216 bis de la Ley Orgánica del Poder Judicial que, en principio, «reserva» al «titular o titulares del órgano los asuntos en tramitación». No obstante, la práctica habitual es que los dos jueces pacten con qué asuntos se queda cada uno. Y ahí puede estallar la polémica si Carmona, cuando llegue en septiembre a su plaza, se queda para sí los casos 'Gürtel' y 'papeles de Bárcenas'. El todavía vocal del Consejo General del Poder Judicial ya ha dejado claro que no ve con buenos ojos que su 'ayudante' se arrogue los dos sumarios estrellas de su juzgado, mientras él se ocupa de los temas menores que, en el futuro, vayan entrando en esa sede judicial.

Al margen del hipotético enfrentamiento entre ambos, la decisión de la Comisión Permanente de asignar a Ruz como refuerzo sin concurso alguno podría dar lugar a una cascada de impugnaciones, según coinciden todas las fuentes consultadas. Si el actual instructor se hace cargo de los casos ya en trámites podría ser recusado por no ser el juez prefijado por ley, como ya advirtió el propio Carmona la pasada semana

Sin críticas

De hecho, la solución dada por el Consejo a esta polémica solo fue apoyada por tres de los cinco vocales de la comisión permanente. El propio presidente del Poder Judicial, Gonzalo Moliner, y la magistrada progresista Almudena Lastra votaron en contra de la designación a dedo de Ruz como apoyo del Juzgado Central de Instrucción 5. Ambos jueces, que dejaron claro que su disensión con la mayoría no es una crítica a Ruz, abogaron por sacar la plaza de apoyo a concurso como forma de evitar esas recusaciones. Según la tesis de los dos disidentes, habría que haber devuelto la petición de la Sala de Gobierno de la Audiencia Nacional, que fue la que la semana pasada puso encima de la mesa el nombre de Ruz como juez de ayuda para el sobrecargado juzgado sin proponer que esa plaza fuera designada por cuestión de méritos.

Frente a Moliner y Lastra se situaron la progresista Margarita Robles y los conservadores Antonio Dorado y Manuel Almenar, que abogaron por designar directamente a Ruz, aunque de forma subsidiaria admitieron que la plaza pueda ser sacada a concurso.

La portavoz del Consejo no quiso pillarse los dedos en ningún momento. «No es el momento de anticipar acontecimientos», explicó Gabriela Bravo, quien especificó que el debate y la decisión de la Comisión Permanente se centró solo en dar el visto bueno al juez de apoyo para Carmona y no en qué magistrado instruirá cada caso. «Se tendrán que valorar las circunstancias», insistió Bravo.