Miembros del grupo 'Ángeles del Infierno', detenidos en una redada anterior en Barcelona. :: MOSSOS D'ESQUADRA / GUARDIA CIVIL
Sociedad

Unos 'ángeles' nada celestiales

La Audiencia Nacional ordena la detención en Palma de 22 miembros de los 'Ángeles del Infierno', acusados de delincuencia organizada

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La Audiencia Nacional ordenó ayer la detención de 22 personas en Palma de Mallorca acusados de una decena de delitos de toda índole: blanqueo de capitales, tráfico de drogas, prostitución, estafa y otras perlas. Sobre uno de ellos pesa incluso una orden de arresto en Alemania por homicidio.

El juez Eloy Velasco dirige desde hace año y medio esta investigación sobre la más emblemática banda de amantes del asfalto: los 'Ángeles del Infierno'. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que identificó a uno de los detenidos como el líder internacional del grupo, felicitó a las Fuerzas de Seguridad del Estado por asestar un «durísimo golpe» a una organización «dedicada a todo tipo de actividades criminales».

Y es que los 'Hells Angels' no son una pandilla de moteros al uso. Sus neumáticos raídos soportan innumerables condenas en más de una treintena de países. Las fuerzas del orden les acusan de haber tejido una auténtica mafia, organizada bajo rigurosa disciplina militar, que pesca en todos los recovecos del crimen organizado. Ellos se zafan de las acusaciones remitiéndose a su lema: «Cuando hacemos el bien, nadie se acuerda. Cuando hacemos el mal, nadie lo olvida».

Los años sesenta contribuyeron a dulcificar su leyenda. Estos 'ángeles' sobre ruedas nacidos en la costa oeste de Estados Unidos, cuando un grupo de veteranos de guerra acomodó sus anhelos castrenses a un sillín de cuero, vivieron su plenitud de la mano de la contracultura y sobre todo, del cine.

Peter Fonda inmortalizó tan edulcorado ideal en el celuloide. Incluso los Rolling Stones confiaron en los 'ángeles' para custodiar uno de sus multitudinarios conciertos. La cosa acabó mal. Un joven de raza negra murió tras ser apaleado por los moteros. Estos afirmaron entonces que el chico conspiraba para asesinar a Mick Jagger. La triste realidad se imponía una vez más a la ficción.

Barcelona vio nacer a la primera banda de moteros españoles a comienzos de los ochenta: los 'Centuriones'. Con sus cabecillas en prisión desde 1996, los 'Hells Angels' reconstruyeron su legado. El mismo que hoy se las verá con su más antiguo adversario: la Justicia.