La sede central del Banco de España, en Madrid. :: ALBERTO FERRERAS
Economia

Las exportaciones suavizan la caída de la economía en el segundo trimestre

El Banco de España estima que el PIB ha retrocedido una décima por la falta de pulso del consumo y la inversión

MADRID. Actualizado: Guardar
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La economía española aún no ha salido de la recesión, ni tampoco se ha estabilizado, como en algún momento se llegó a sugerir desde el Gobierno, pero su ritmo de caída se ha frenado notablemente. En el segundo trimestre, y respecto a los meses iniciales del año, el Producto Interior Bruto (PIB) ha retrocedido una décima, lo que supone una desaceleración mucho menor que el descenso de cinco décimas registrado entre los meses de enero a marzo. Comparado con un año antes, el PIB aún presenta un desplome del 1,8%, dos décimas menos que en el primer trimestre.

El Banco de España, que ha adelantado esta estimación, explica que las exportaciones de bienes y servicios están siendo el flotador de la actividad, frente a la atonía del consumo y la inversión. Mientras el sector exterior aportó cuatro décimas al crecimiento intertrimestral, la demanda interna se redujo en seis décimas, tan solo una menos que en el arranque del ejercicio. El instituto emisor ha justificado esta ausencia de pulso por la contención del gasto de empresas y familias, que no pueden o no quieren realizar desembolsos.

El Instituto Nacional de Estadística dará a conocer un primer avance de la trayectoria de la economía el 30 de julio, y está previsto que informe de los detalles un mes después, el 29 de agosto. El ministro de Economía, Luis de Guindos, que tuvo el triste protagonismo de anunciar oficialmente la entrada de España en recesión nada más ocupar el cargo, confía ahora en que será quien comunique la salida de esta situación. Según estimaciones de su departamento, en el tercer trimestre se producirá un crecimiento de la economía próximo a cero, mientras que a finales del ejercicio se registrarán tasas positivas respecto a los meses de julio a septiembre. La caída interanual de la actividad en el conjunto del ejercicio será, pese a ello, del 1,3%.

De Guindos ha pedido rendir cuentas en el Parlamento mañana, el mismo día en que se dará a conocer la evolución de empleo y paro en la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre. Según el ministro, los datos de este indicador «mostrarán una mejora importante de las condiciones de trabajo». «Pronto llegaremos a un trimestre en el que el paro se reducirá y además habrá crecimiento de empleo, que es la señal más evidente de la recuperación», declaró. A las proyecciones de la actividad y del mercado de trabajo se referirá también el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la comparecencia anunciada del 1 de agosto, en la que se propone hacer un balance de la marcha del ejercicio y los resultados de la aplicación del proceso de reformas emprendido.

Para consolidar la recuperación debe repuntar la demanda interna. El informe del instituto emisor expone que, de momento, las empresas y las familias siguen sufriendo los efectos directos e indirectos de los recortes impuestos para reducir el déficit público. También padecen la falta de crédito y los elevados precios de los préstamos y tienen necesidad de continuar rebajando su abultada deuda.

Indicadores adelantados

En los indicadores adelantados, los únicos signos positivos que se perciben son las ventas de coches por el plan de incentivos a la adquisición, que acaba de ser prorrogado por el Gobierno. También aprecian los expertos del servicio de estudios del Banco de España un ligero aumento intertrimestral en la inversión en bienes de equipo, que responde seguramente al tirón de la demanda externa. Los desembolsos en vivienda registran nuevos desplomes tras la supresión de los incentivos fiscales a la adquisición del domicilio habitual y se mantiene el tono deprimido de la inversión no residencial por los recortes de gasto de las administraciones.

Las decisiones de las compañías y los hogares se están viendo afectadas además por las desfavorables expectativas de recuperación laboral y de la demanda interna. El Banco de España reconoce que, desde el punto de vista de estos agentes económicos, «las perspectivas de medio plazo para la economía española no han cambiado sustancialmente» en los meses recientes.

El sector exterior pinta mejor. Su contribución al PIB trimestral, positiva en cuatro décimas, refleja el dinamismo de las exportaciones y un frenazo en el ritmo de caída de las importaciones. Detrás de esta evolución están la recuperación de la demanda mundial, tras la ralentización del primer trimestre, y la reorientación de las ventas españolas hacia mercados emergentes. El informe constata el aumento sostenido del número de empresas que colocan parte de su producción en el exterior y la contención de los precios de las exportaciones, en particular de las dirigidas hacia países distintos de la Unión Europea.

El instituto emisor coincide finalmente con el Gobierno en sus proyecciones sobre la inflación. Confía en que, tras el rebote provocado por el componente energético, el incremento de los precios se frene en la segunda mitad del año. La principal justificación responde al efecto estadístico de comparar los nuevos datos con los de doce meses atrás. En la recta final de 2012, los precios de los bienes y servicios registraron los efectos alcistas del aumento de los tipos del IVA y del incremento que decidió aplicar el Gobierno a numerosos precios regulados.