Un 'dedazo' con guante de seda
Felipe González dice que hubiera preferido un procedimiento «más impecable» y con más tiempo para debatir Las primarias del PSOE andaluz eran un diseño a medida de Susana Díaz, la candidata ganadora por ausencia de rivales
SEVILLA. Actualizado: GuardarLa consejera de Presidencia de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, será proclamada esta semana candidata socialista para las próximas elecciones autonómicas al no poderse concluir el proceso de primarias por incomparecencia de sus rivales. La sensación, sin embargo, de que ha sido un 'dedazo' con guante de seda de la dirección del PSOE andaluz, con José Antonio Griñán a la cabeza, está muy extendida entre la militancia e incluso en la dirección federal del partido. Pero el aldabonazo crítico de Felipe González amenaza con abrir un debate de incierto futuro. El expresidente, además de decir que no conoce a la candidata, comentó el viernes que le hubiera gustado un procedimiento «más impecable», con más tiempo para que hubiera más participación y contraste de propuestas.
Ninguno de los otros aspirantes logró reunir los avales necesarios para disputar a Díaz la nominación en una votación secreta de la militancia. Pero el abrumador respaldo de la mitad del censo de afiliados socialistas en la región no ha tapado el malestar por un proceso que chirría. Las prisas y un proceso hecho para lucimiento de la candidata oficialista han merecido las críticas de muchos, que creen desperdiciado un gesto de democracia interna.
Destacados exdirigentes criticaron en una carta a la dirección federal que más que primarias ha sido una «cooptación reglada de sucesor o sucesora en el mando» del que solo hallan precedentes en las «prácticas de los antiguos partidos comunistas de modelo soviético». Felipe González formuló una queja más suave, pero en la misma línea.
En la ejecutiva federal del PSOE tampoco existe una satisfacción plena con las formas empleadas en la federación más importante del partido por su número de afiliados, pero ese importante detalle y el peso político de Griñán dentro de la dirección aconsejaron a los dirigentes a guardar un prudente silencio. Alfredo Pérez Rubalcaba felicitó a la ganadora y poco más.
Desde el momento en que Griñán anunció su intención de no presentarse a las próximas elecciones y dar un paso atrás a favor de un cambio generacional y en pro de la igualdad, todos los ojos se volvieron a la consejera de Presidencia, de 39 años. Díaz dio la impresión de ser la única a la que la decisión no sorprendió, y tampoco que el procedimiento fuera el de unas primarias 'exprés' en menos de un mes. Una premura que oficialmente se achacó al deseo de zanjar el tema cuanto antes, no intoxicar a la ciudadanía con cuitas internas y estar preparado ante un eventual adelanto electoral.
Esa celeridad también intentaba evitar que el sector critico, que ya no alcanza el 30% de la militancia que exhibió en el último congreso regional, tuviese margen de maniobra y montase una candidatura alternativa con el apoyo de la 'vieja guardia' descontenta con los manejos del secretario general. Para sorpresa de muchos, el primero en formalizar su candidatura fue el consejero de Agricultura, Luis Planas, con una dilatada trayectoria diplomática y política pero escaso peso orgánico. «Uno de los aristócratas» del PSOE, como gráficamente le definieron desde el entorno de Díaz.
Aparato
Frente a él, una mujer del aparato del partido. Con la maquinaria bien engrasada, casi antes de que Díaz presentara su candidatura formal en Antequera algunos secretarios provinciales ya se postularon a su lado. Y según denunció otro de los aspirantes, el alcalde de la localidad grandina de Jun, José Antonio Rodríguez, no dudaron en invitar a los militantes de su territorio a que acudieran a los actos de Díaz.
El alcalde también tuvo su controversia con la dirección del PSOE andaluz, que rechazó los avales, según él diez mil, que logró a través de internet. Una protesta respaldada por Felipe González, quien mostró su extrañeza por el hecho de que no se aceptaran esos apoyos cuando la red es una herramienta que forma parte de la vida cotidiana.
Díaz demostró rápidamente su control del aparato, aunque su verdadero mérito ha sido saber cerrar en torno a su figura un apoyo orgánico inusual desde hace mucho tiempo. Incluso en provincias tradicionalmente críticas como Jaén, controlada por el otrora poderoso Gaspar Zarrías, que no dudó en sumarse al carro ganador.
Frente a ella y el método de 'redes de arrastre', los otros aspirantes decían que tenían que recoger los avales con caña. Ninguno ha querido entregar sus avales «por respeto» a los que les apoyaron y para no exponerlos a futuras represalias. El alcade se quedó a poco más de un centenar de los 6.800 exigidos y Planas reunió 4.500.