Sociedad

Pérez-Reverte cree que González-Vigil solo busca más dinero con su «acoso»

La fiscalía determinó en tres ocasiones que el escritor no cometió plagio antes del fallo en contrario de la Audiencia Provincial de Madrid

MADRID. Actualizado: Guardar
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Tres resoluciones judiciales dictaminaron que Arturo Pérez-Reverte no plagió una historia del cineasta y guionistas alavés Antonio Gónzalez-Vigil con el guion de la película 'Gitano' (2000), que el escritor y académico firmó junto a Manuel Palacios. González-Vigil recurrió y la Audiencia Provincial de Madrid falló en su favor, en contra de los tres pronunciamientos absolutorios y los sobreseimientos anteriores de la fiscalía. El académico y sus abogados consideran que esta última y definitiva sentencia, firme desde noviembre de 2012, no recurrible y que acatan «desde la discrepancia», se basa «en una valoración errónea de las pruebas» por parte de los magistrados que fallaron «tomando en cuenta un peritaje que consideramos interesado y desestimando los anteriores, que era exculpatorios».

Amparo Díez Espi, procuradora de Pérez-Reverte, y su letrado, Rafael Marcos Moreno, consideran, con el escritor, que en noviembre de 2012 hizo frente a sus responsabilidades junto al director de la película, «que el asunto es antiguo y por completo zanjado». Tras el pago hace ocho meses -no la semana pasada, como afirmó algún medio- de la multa y los intereses, denuncian la persistencia del «acoso» y las «amenazas» de González-Vigil al escritor y a sus representantes. «Lo que quiere es más dinero. Aspira a obtener una cantidad superior a los 212.528,94 euros satisfechos solidariamente por Pérez-Reverte y Manuel Palacios», lamenta Díez Espi.

González-Vigil asegura que la cantidad percibida «no cubre los gastos» de un «proceso ruinoso» para él. El escritor y su abogado denuncian cómo desde el año 2010, «no satisfecho con la cantidad a percibir establecida por la sentencia, viene procediendo a llamadas, intento de visitas, acoso continuo y amenazas» al autor y los letrados. «No al director don Manuel Palacios», destacan. «La explicación que ha dado siempre a esos intentos de extorsión, manifestados ante testigos, es que quiere más dinero, ahora a título particular, y que si no se le da ese dinero continuará removiendo indefinidamente el asunto», apuntan.

Comprende Pérez-Reverte que «dada la escasa actividad laboral conocida del señor González-Vigil y los malos tiempos que corren, se vea obligado a buscarse la vida como pueda». Pero cree que «es momento de que busque otras fuentes de ingresos o de financiación». «Dado que la profesión declarada del señor González Vigil es la de guionista de cine», Pérez-Reverte «se inclina a sugerirle que escriba guiones», según la nota de ocho puntos titulada 'Sobre jueces, plagios y gitanos' colgada en la página web del escritor.

«En la vida y en asuntos de justicia, a veces se gana y a veces se pierde», escribe el autor de 'El club Dumas' y 'El capitán Alatriste'. «Si esta vez económicamente le ha tocado perder (junto con el director Manuel Palacios, que paga la mitad de la cuantía impuesta por la juez), en lo judicial está satisfecho de haber conseguido tres sentencias favorables frente a una en contra», destaca el escritor y académico junto a su letrados.

El proceso ha durado casi doce años. Arrancó en 2001 con una querella penal a la que siguió una demanda civil «redactada en idénticos términos», según los abogados. La penal se sobreseyó en junio de 2004, por lo que los letrados destacan que «si no hubo plagio en la vía penal, era difícil que lo hubiera en la civil». En 2006 se actúa por la vía civil, que determina en noviembre de 2008 de nuevo que no hubo plagio y se condena en costas a González-Vigil, que recurre en 2010 ante la Audiencia Provincial, que fallaría en su favor en abril de 2011.

«Todas las anteriores resoluciones y sentencias, incluidas vía penal y Primera Instancia, decían justamente lo contrario: que no había habido plagio» destaca Pérez-Reverte. «Todos los peritos independientes -precisa-, no los traídos por el señor González Vigil, sino los requeridos directamente por los jueces, afirmaron exactamente lo mismo: que no hubo plagio», insiste. Estima Díez Espi que «en un error de valoración de prueba garrafal» los magistrados de la Audiencia «solo admitieron una prueba parcial de Gonzalo García-Pelayo», además de unas facturas «fabricadas» por otros miembros de la familia García-Pelayo.

Recuerda el propio Pérez-Reverte que «el principal 'perito' aportado por González-Vigil fue Gonzalo García-Pelayo, jugador profesional de casinos con currículum comprobable en las hemerotecas» que «fue primero testigo y luego 'perito' en otro procedimiento».