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Bernanke mantendrá los estímulos económicos
El presidente de la Reserva Federal se fija el 7% de tasa de desempleo como límite para retirar sus políticas de incentivos
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarBen Bernanke se mostró ayer más flexible sobre la retirada del programa de compra masiva de bonos que ha contribuido a mantener a flote a la economía estadounidense desde 2011. Las explicaciones del presidente de la Reserva Federal (Fed) en la comparecencia semestral ante un comité del Congreso fueron bien recibidas por los mercados financieros porque a diferencia del relato desnudo que despertó todo tipo de temores en las bolsas el 20 de junio, el jefe de la Fed puntualizó que mientras el paro no baje hasta el 7% la institución seguirá inyectando un promedio de 85.000 millones de dólares mensuales en la economía.
«Con un desempleo todavía alto y disminuyendo lentamente, una política monetaria muy flexible sigue siendo apropiada en el futuro cercano», señaló. Con la mayoría republicana en el Congreso dispuesta a llevar hasta el límite su política de austeridad fiscal, los modestos incrementos mensuales en el número de contrataciones apenas han hecho mella en la tasa actual de paro del 7,6%. A eso se refirió sin tapujos el jefe de la Fed cuando dijo a sus señorías que el Congreso es el mayor obstáculo para acelerar el crecimiento. Y les advirtió, en relación a asuntos tan delicados como la inminente negociación sobre el techo de la deuda, que las próximas decisiones sobre el gasto público pueden perjudicar la recuperación del país. La economía ha mejorado «pese al viento en contra creado por la política fiscal» dijo Bernanke en la apertura de la sesión. De continuar así las cosas, «el crecimiento en los próximos trimestres será mucho más limitado del que esperamos».
Muy rodado en este tipo de maratonianas comparecencias donde los legisladores le disparan con todo tipo de munición, Bernanke hizo un esfuerzo por no desdecirse de su plan de desaceleración de su programa de estímulos y, a la vez, no herir a los mercados. «Empezaremos a reducir el programa a finales de este año pero dejamos la puerta abierta a modificarlo en cualquier dirección si las perspectivas económicas cambiaran». Si todo fuera a pedir de boca desde la lógica de la institución, la compra de bonos se extinguiría a mediados de 2014.