«Comparo el concierto de Alejandro Sanz con mi boda, todo el día volando»

A David Palomar se le pregunta por una posible vuelta del grupo con el que empezó, Levantito, y aunque no lo descarta, avisa de que «eso es una cosa de energía de juventud» y que se ve «un poco pureta». Sin embargo, si el carné desvela que el de la Viña atraviesa ya la mitad de la treintena, el espíritu y la fuerza que imprime a su trabajo parecen los de un adolescente. Vamos, que Palomar se como el mundo. Empezando por Japón, donde este domingo vuelve a viajar contratado por Yoko Komatsubara para formar parte del elenco del espectáculo 'Los flamencos bailan ópera'. Con ese mismo montaje pasará otros 15 días en Medellín (Colombia) y en octubre volverá otra vez al país nipón, para presentar en noviembre el resultado discográfico y visual de 'La dama del poncho rojo', su homenaje a Chavela Vargas que estrenó en el Falla en septiembre del año pasado y con el que ha girado por numerosos teatros de Andalucía, además de en el Festival de Cosquín. Así, entre otros de sus más inmediatos proyectos, aunque aún por cerrar, está el de interpretar este montaje en Costa Rica, en un colaboración con el Ayuntamiento de Cádiz. En noviembre además ofrecerá una versión en acústico de este trabajo en el Pay Pay. Y antes de todo eso, el 15 de agosto en el Baluarte de la Candelaria, canta en los Jueves Flamencos que organiza la Peña Enrique El Mellizo.

La voz de 'Trimilenaria' nos adelanta los detalles de su agenda tras responder a las preguntas de los usuarios de lavozdigital.es, en una animada entrevista con sus fans.

Hasta con las Destiny's Child

La pregunta de actualidad traslada a David Palomar al 6 de julio, en el estadio Ramón de Carranza. Concierto de Alejandro Sanz, el 'Corazón partío'... «Fue inolvidable, yo sueño con esos momentos. Ya me pasó con Vicente Amigo, Lluis Llach, Cristina Hoyos o el maestro Manzanares cuando les conocí. Yo a Alejandro Sanz lo veo con un aura especial, es un sueño estar al lado de una estrella mundial. Lo comparo con el día de mi boda en el que fui volando todo el día, con los pies despegados del suelo», confesó. Tanto lo disfrutó que, dice, le ha sentado hasta mal. «Si pruebas eso, volver al día a día te choca. No quiero sonar prepotente, pero cuando uno está ahí piensa 'esto es lo que yo me merezco'. Lo que yo viví ese día es precioso, deberían de sentirlo al menos una vez todos los artistas». Cuenta también que le sorprendió la sencillez del artista, que incluso le habló de que tenía dos tías viñeras, así como su inteligencia y buen trato para con todo sus colaboradores.

Al hilo de su encuentro con Sanz, David Palomar asegura que no le importaría trasladarse a Miami para lanzar su carrera. «Poco a poco, tengo mucho que trabajar y conseguir todavía. Para eso estoy, para subir escalones». Menos aún, tener que cantar en inglés, aunque, reconoce, que el suyo tendría acento de Valcárcel.

Si participar en la gira 'La música no se toca' ha sido un sueño para el cantaor, otro deseo sería actuar junto a Armando Manzanero o Pancho Céspedes, aunque «tampoco le haría ascos a las Destiny's Child».

En su encuentro con los lectores, Palomar habla, sobre todo, de flamenco. Adelanta un futuro proyecto, «que algún día sacaré con financiación privada» y que a buen seguro sabrá aprovechar el sello Cádiz. «Aquí somos muy torpes, deberíamos hacer flamenco con una marca registrada, que el que quiera aprender de lo que hacemos, tenga que venir a Cádiz sí o sí. El flamenco ya era Patrimonio de la Humanidad hacía 80 años. Lo que hace falta es hacer las cosas bien. En Europa y América es donde está el negocio de esto de verdad». Al igual que el artista viñero aspira a hacerse algún día un hueco en Latinoamérica, también anhela desarrollar proyectos más ambiciosos en capitales como Madrid o Barcelona. A un catalán, Miguel Poveda, le agradece que esté quitando al flamenco la etiqueta de la juerga y la falta de educación. «Él es muy elegante y nos está allanando el terreno», destaca Palomar que, además de estos temas, contesta sobre su participación en la Liga de Fútbol de Veteranos y en su trabajo como autor en la comparsa 'El patio de las malvas' de Paco Trujillo, Catalán. De subirse de nuevo al escenario del Falla durante el Concurso sentencia: «No me inquieta para nada. De hecho, me parece que es raro, yo cambiaría casi todas las bases del COAC. Mi inquietud es escribir más que los premios, que es lo que le puede interesar a otros».

El autor de 'La Viña, cantón independiente' despliega, como él mismo dice, buen talante, la única forma de que «la vida te vaya mejor». Por eso derrocha sentido del humor, sobre y fuera de las tablas. «El flamenco no tiene por qué ser serio», defiende, «mira Beni de Cádiz o Chano Lobato». «Estoy loco por trabajarme un monólogo, sobre flamenco claro, y tirarme media hora hablando y haciendo reír», explica el cantaor.