Urdangarin se reencuentra con su exsocio en el juzgado

El duque de Palma, Iñaki Urdangarin, y su exsocio en el Instituto Nóos, Diego Torres, declararon ayer en la Ciudad de la Justicia de Barcelona en relación a la denuncia que interpuso el yerno del Rey contra Torres y ocho medios de comunicación por presunta vulneración del derecho al honor después de que el exprofesor de Esade filtrara una serie de correos electrónicos de carácter privado. En ellos, el yerno del Rey se mofaba, entre otros, del expresidente José María Aznar, enviaba fotos de mujeres ligeras de ropa o firmaba las misivas como el 'duque em palma do'.

Urdangarin reclamó al juez que mantenga la prohibición temporal de difundir los 'mails' en los medios de comunicación. El marido de la infanta reconoció que el CNI acudía semanalmente al Instituto Nóos para hacer una copia de seguridad del contenido del servidor pero, según declaró, era su exsocio el que seleccionaba el contenido que se tenían que llevar. Una vez escuchadas todas las partes, la juez tiene una semana para decidir si mantiene la prohibición o levanta el veto a la difusión de los correos.

Aunque la declaración fue a puerta cerrada, el yerno del Rey, que reclama una indemnización simbólica de un euro, no evitó el paseíllo a su llegada y salida de los juzgados. Al entrar no se encontró con mucha gente porque arribó una hora y media antes de lo previsto, pero a la salida tuvo que escuchar gritos de «chorizo» proferidos por varias decenas de personas.