Estados Unidos estrecha lazos con el Gobierno de transición

Washington ha necesitado menos de dos semanas para pasar página a la etapa de Mohamed Mursi y empezar a trabajar con las nuevas autoridades egipcias. William Burns, vicesecretario de Estado de EE UU, aterrizó en El Cairo y se reunió con el primer ministro interino, Hazem Beblaui, para transmitirle el compromiso de su país «con un Egipto estable, democrático, inclusivo y tolerante». Burns eludió la expresión golpe de Estado y se refirió a lo ocurrido el 3 de julio como «una segunda oportunidad para cumplir la promesa de la revolución» de 2011, que derribó a Hosni Mubarak.

El diplomático estadounidense subrayó que la prioridad en estos momentos debe ser «terminar con la violencia y las provocaciones para comenzar un diálogo entre todos los partidos». El partido salafista Al-Nur, una de las fuerzas que respalda el golpe, se negó a reunirse con el enviado de la Casa Blanca.

Los Hermanos Musulmanes recibieron a Burns con nuevas protestas multitudinarias. Unos y otros acusan a EE UU de jugar un papel fundamental en la crisis. La Cofradía piensa que Washington está con los militares y los liberales acusan a Barack Obama de dar cobertura a los seguidores de Mursi.