La Policía rastrea con georradar una finca en busca de Marta del Castillo

La Policía Nacional busca de nuevo desde ayer el cuerpo de Marta del Castillo, la adolescente de 17 años desaparecida en enero de 2009, en una parcela situada en un municipio a las afueras de Sevilla y señalada por el asesino confeso Miguel Carcaño en su última versión de lo ocurrido con la chica. Tras un primer rastreo ocular en junio, los agentes han desplazado ahora hasta la zona un georradar para localizar cambios en las capas de terrenos o fosfatos, un elemento que indicaría la presencia de huesos.

Las esperanzas de localizar el cadáver de la joven se concentran en una parcela de unos 10.000 metros cuadrados que ha sido desbrozada por los agentes en los últimos días para facilitar los trabajos y que ya fue revisada hace más de un mes con una excavadora.

En su última versión, la séptima, sobre lo que ocurrió la noche del 24 enero de 2009, Carcaño señaló que acompañó a su hermano durante unos diez minutos hasta la carretera de San José de La Rinconada, en las afueras de Sevilla. Tras meterse por un camino apartado, arrojaron el cuerpo a una zanja que cubrieron con escombros y cal. Aunque ni la Fiscalía ni el juzgado de instrucción -que mantiene una pieza abierta para la búsqueda del cadáver- dieron credibilidad alguna a este testimonio, sí lo hizo el Grupo de Menores de la Policía (Grume), que considera que el asesino, ya condenado en firme, no tiene nada que perder al ofrecer este nuevo testimonio.

De hecho, los agentes encargados de la investigación han sacado en varias ocasiones a Carcaño de la prisión donde cumple la condena de 21 años impuesta por el asesinato de Marta y lo han trasladado a esta finca, conocida como Majaloba, para que les señale el punto exacto donde pudieron arrojar el cuerpo. La última de estas excarcelaciones, según confirmaron ayer fuentes policiales, se produjo la pasada semana. La visita a la parcela se realizó a última hora de la noche con el fin de reproducir mejor las condiciones en las que se realizó el primer trayecto.

Análisis de los datos

Un portavoz policial explicó que los datos que ha aportado el condenado aún se encuentran sujetos a valoración aunque ya han dado lugar a que se esté practicando esta nueva búsqueda, en la que se emplea la maquinaria de una empresa privada que colabora habitualmente en este tipo de casos con las Fuerzas de Seguridad, que carece de estos medios propios.

El georradar es una máquina muy utilizada a la hora de localizar enterramientos o fosas comunes, y ya fue empleado recientemente en la búsqueda de los pequeños Ruth y José Bretón. No solo detecta los movimientos de tierra, sino también si son recientes o no. Durante toda la jornada, el escáner estuvo rastreando la parcela acotada y, a última hora de la tarde, se le sumó un helicóptero dotado con cámara geotérmica para tomar imágenes desde el aire.

Durante los próximos días los técnicos analizarán los datos y las instantáneas y determinarán si es necesario realizar alguna excavación en un punto concreto, por lo que los resultados no se conocerán hasta entonces. Desde la Policía expresaron su deseo de que se trate de la búsqueda definitiva, aunque confirmó que si no aparece el cuerpo, seguirán intentándolo.

Las labores fueron seguidas muy de cerca por varios miembros de la familia de Marta, como su padre, Antonio del Castillo, o su tío Javier Villanueva, que aunque con cautela por el largo historial de mentiras de Carcaño guardan esperanzas de que esta vez haya dicho la verdad porque «se han comprobado muchos datos de su declaración». Pese a que reconocen que cada cambio de versión ha sido doloroso, si esta vez se confirma «habrá valido la pena tanta espera». El tío de la joven agradeció a la Policía y al Ministerio del Interior que nunca haya cejado en el empeño de recuperar el cádaver de su sobrina.