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La OCDE ya ve «luz al final del túnel»
Advierte, no obstante, de que España «aún no ha salido de él» y pide al Gobierno que «no se rasgue las vestiduras» por las previsiones
MADRID. Actualizado: Guardar«Yo dejaría de rasgarme las vestiduras por los cambios de previsiones». Palabra de Angel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), quien pasó la jornada de ayer entrevistándose con media docena de ministros del gabinete de Mariano Rajoy. El mensaje que les dio a todos ellos fue el mismo: reformas, reformas... y más reformas.
Y es que para Gurría el hecho de que el FMI, la Comisión Europea o la propia OCDE varíen algo sus cálculos sobre España no debe cambiar los planes del Gobierno. «No podemos basar nuestras decisiones de políticas públicas en función de que algunos crean que las cosas van a mejorar o empeorar algo», aconsejó al presidente del Gobierno.
Para este veterano economista, «relajar los objetivos ahora que estamos tan cerca de la meta implicaría haber puesto sólo un parche al problema». Y es que aunque ve «signos alentadores» en la economía española -por ejemplo, la reducción de costes laborales unitarios «en un país donde han sido superiores a su productividad durante una docena de años», el descenso del déficit estructural o los avances en el saneamiento del sector bancario-, e incluso considera que «comenzamos a ver la luz al final del túnel», advirtió de que «todavía no hemos salido de él». No obstante, para el máximo responsable de la OCDE el problema no viene tanto en dejar atrás la recesión -«algunos indicadores avanzados apuntan ya una salida cercana», abundó-, sino en la forma en que se retoma el crecimiento.
«Sin duda les irá mejor a aquellos países que profundicen en la línea de las reformas, y España está en ello -añadió-, que a aquellos que esperen a que sea el mercado quien les toque la campana», en referencia a «algunas grandes economías europeas» que eludió concretar». «Tengan en cuenta -precisó-, que cuando volvamos a crecer habrá cuchilladas entre los competidores para recuperar el terreno perdido».
«Una golondrina de verano»
Un capítulo esencial para esa salida de la crisis es, según Gurría, la recuperación del empleo. «De nada nos sirve crecer si no se crean puestos de trabajo», apuntó. No obstante, admitió que «aún no hemos terminado de destruir empleo, ni en España ni en otros países de la OCDE» donde, puntualizó, hay 14 millones de parados más que al comienzo de la crisis en 2008.
En el caso español, no dudó en calificar de «tragedia» las cifras del paro juvenil, con una tasa del 56,5% y donde uno de cada cuatro menores de 30 años (el 24%) son 'ninis', es decir, ni estudian ni trabajan, frente a la media europea situada en el 16%. A este respecto, y entre otros cambios laborales, abogó por reformar los servicios de colocación para «mejorar su eficacia» y coordinarse entre administraciones.
En cuanto a las últimas cifras de paro en España, donde los meses de mayo y junio dieron un pequeño respiro, Gurría huyó de cualquier atisbo de confianza. «Una golondrina no hace verano», advirtió ante aquellos que se puedan apresurar a hablar ya de cambio de ciclo.