Cremas para multiplicar algas
Científicos españoles descubren que algunos componentes de los protectores solares son nocivos para el ecosistema marino
Actualizado: GuardarEl verano se ha instalado desde hace varias semanas con su canícula infernal y sus habituales acompañamientos: las camisetas, los pantalones cortos, los sombreros, las chanclas, los helados, una canción para tararear, las cervezas bien frías en una terraza o al resguardo de un aire acondicionado tabernario y los complementos playeros. En este apartado no nos podemos olvidar de los bañadores, las toallas, las sombrillas, las sillas, los juguetes de los críos y las cremas solares, esas que aparecen en todo tipo de formatos (para niños, adultos, en espray, crema.) y que embadurnan los cuerpos al sol. Pues estos productos, aunque están diseñados para permanecer en los veraneantes durante horas -cada vez son más sofisticados-, se diluyen durante el baño y se convierten en agentes contaminantes del refrescante agua.
Esa es la principal conclusión a la que ha llegado un estudio realizado por un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Valencia, que revela que las cremas liberan en el mar una cantidad importante de sus componentes, que a su vez tienen consecuencias ecológicas sobre el ecosistema costero marino.
Este trabajo, publicado en la revista científica 'Plos One', ha analizado el impacto de los protectores solares sobre los ecosistemas marinos en aguas costeras mallorquinas. «Las cremas solares pueden tener un efecto ambiental considerable en las zonas de intensa actividad turística», advierte Antonio Tovar, responsable del estudio e investigador en el Instituto Mediterráneo de Estudios, un centro mixto del CSIC y la Universidad de Baleares. Los análisis llevados a cabo durante el estudio señalan la presencia de compuestos procedentes de estos cosméticos, principalmente localizados en la microcapa superficial del agua marina.
Las máximas concentraciones de estos químicos aparecen entre las 14.00 horas y las 18.00 horas, unas horas después de que haya pasado el tramo con más bañistas sumergidos. En este periodo, el nivel de estos compuestos puede llegar a ser entre un 60% y un 90% superior a los valores de referencia observados por la noche y a primera hora de la mañana. Tovar señala que el trabajo demuestra que algunos de estos productos «tienen efectos tóxicos sobre el fitoplancton marino, los crustáceos, las algas y los peces». Por otra parte, el trabajo recalca que además de los compuestos químicos, las cremas solares también liberan otros elementos como el nitrógeno, el fósforo y el silicio, que pueden actuar como nutrientes y estimular el crecimiento de las comunidades de algas. «Este efecto, aunque no parece nocivo a priori, altera la dinámica del ecosistema», apunta el investigador.