Las organizaciones sindicales toman las calles de Brasil
La huelga convocada por las centrales es secundada en 18 Estados, pero con menor seguimiento que las movilizaciones de junio
BUENOS AIRES. Actualizado: GuardarApaciguadas las protestas espontáneas que desbordaron las calles de Brasil en junio, ayer fue el turno de las centrales sindicales y los movimientos sociales organizados, que convocaron a una jornada de huelgas y cortes de tráfico en casi todo el país. Algunas de sus reivindicaciones fueron estrictamente laborales pero también exigieron mayores inversiones en salud y educación, como en las manifestaciones de junio que movilizaron a más de un millón de personas. Con muchos menos seguidores esta vez, las entidades lograron de todos modos afectar a la actividad cotidiana en 18 estados. Los organizadores admitieron que, al no involucrarse gremios del transporte, el paro no tuvo el impacto esperado.
El llamado 'Día Nacional de Lucha' fue convocado por la Central Única de Trabajadores (CUT), vinculada al oficialista Partido de los Trabajadores, y también por las centrales gremiales críticas como Fuerza Sindical, CGTB, UGT, CTB y CSP Conlutas. Participaron además activistas del Movimiento de los Sin Tierra, que protestó por la falta de avances en el programa de reforma agraria.
«Nuestra movilización apunta a presionar, tanto al poder legislativo como al Ejecutivo, para que nuestras reclamaciones históricas, que están desde hace mucho tiempo en los dos poderes, puedan avanzar», declaró Carmen Foro, vicepresidenta de la CUT. Los trabajadores piden reducir la jornada laboral de 60 a 40 horas semanales sin reducción salarial entre otras reivindicaciones.
Otros sindicalistas, más críticos, señalaron que no buscan dialogar con la presidenta Dilma Rousseff. «Ya se sentó tres veces para conversar y no resolvió nada», declaró uno de los organizadores, y advirtió de que si no hay respuestas concretas continuarán movilizándose.
Accesos cortados
En Sao Paulo se sumó a los actos el Movimiento Pase Libre, que lideró las protestas de junio en la calle, pero ahora en segundo plano y aclarando que el foco para ellos sigue siendo la petición de un mejor servicio de transporte público. Aun con pocos activistas, hubo cortes en el acceso a puertos, interrupciones parciales de tráfico y paralización de actividades diversas. Metalúrgicos, petroleros, portuarios y bancarios pararon en Sao Paulo. También en Río de Janeiro, en Minas Gerais, en Pernambuco y en Brasilia se sintió el efecto de los cortes de circulación.
La presidenta había logrado aplacar los ánimos hace semanas con la propuesta de un plebiscito para una reforma política. Los legisladores recibieron la iniciativa pero advirtieron que podrían someter una propuesta a consulta el año próximo.
En el último momento, la CUT logró que consignas como 'Fuera Dilma' no fueran parte de la protesta de ayer. Fuerza Sindical y las otras agrupaciones aceptaron la petición pero a cambio exigieron que la CUT no utilice la protesta sindical para movilizarse en apoyo a la reforma política que Rousseff envió al Congreso.