Un comisario «tranquilo»
Actualizado: GuardarA un lado de la mesa, Joaquín Almunia y su jefe de gabinete. Al otro, el ministro de Industria español escoltado por tres presidente autonómicos, un embajador, un secretario de Estado y los líderes de los dos sindicatos mayoritarios. A pesar de esa desventaja numérica, el comisario afrontó el encuentro de forma «tranquila», según fuentes del Ejecutivo comunitario.
No en vano, ocupa desde hace más de tres años la cartera de Competencia, un área de la Comisión acostumbrada a recibir presiones de países, multinacionales y lobbies. El tapón rojo de las botellas de agua con gas sirvió para romper el hielo. A continuación, hubo un par de fotos y dos horas de reunión, que transcurrieron con «normalidad».