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El naufragio del 'Prestige' queda visto para sentencia tras nueve meses de juicio
El tribunal debe dirimir ahora quién se hace cargo de los 4.328 millones por daños que causó la marea negra
LA CORUÑA. Actualizado: GuardarUna década después de la mayor catástrofe medioambiental de la historia de España y tras nueve meses de vistas ayer quedó visto para sentencia el macrojuicio por el naufragio del 'Prestige', que tiñó de negro 1.500 kilómetros de costa atlántica y cantábrica y empañó parte del litoral francés.
El magistrado de la Audiencia Provincial de La Coruña, Juan Luis Pía, aseguró en la última intervención que «hay más implicados» que las cuatro personas juzgadas, «tanto responsables políticos como no políticos». El juez evitó dar nombres.
Habrá que esperar hasta otoño para conocer una sentencia que deberá dirimir responsabilidades políticas y culpas económicas por una abultada factura que alcanza los 4.328 millones de euros y con 1.500 afectados a la espera de percibir indemnizaciones por los daños que causó el hundimiento de un petrolero viejo y sobrecargado que no debía navegar.
El buque, noqueado por una gran tormenta el 13 de noviembre del 2002, se partió en dos antes de irse a pique frente a las costas gallegas con 77.000 toneladas de fuel en sus tanques. A lo largo de los seis días previos al naufragio altos cargos y técnicos del Ministerio de Fomento discutieron sobre la conveniencia de llevar el barco a puerto o alejarlo mar adentro en un intento, a la postre fallido, de minimizar los daños. Esta fue la opción que escogió el Gobierno de José María Aznar.
A lo largo de los últimos nueves meses se ha hablado sobre lo ocurrido durante esas seis largas jornadas. Ante el tribunal se han expuesto cientos de informes y han declarado decenas de técnicos. Los números hablan por sí solos: 2.128 partes personadas, 50 abogados y 133 testigos que protagonizaron 400 horas de juicio en 89 sesiones.
Cuatro acusados
Tres personas se han sentado desde el 16 octubre en el banquillo de los acusados y una cuarta se encuentra prófuga. De ellos solo José Luis López Sors, exdirector de Marina Mercante, ocupaba un alto cargo en la administración, última responsable de alejar el barco mar adentro.
La abogada del Estado dedicó ayer tres largas horas de la vista a defender a Sors y, por extensión al Gobierno -«No hubo negligencia», adujo- para tratar de esquivar una condena que tendría un alto coste económico. Sors llegó a decir que si hubiera optado por refugiar el buque en puerto en lugar de alejarlo estaría «en la cárcel como Mangouras». Su antiguo jefe, el exministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, que declaró como testigo, también se excusó con un símil: «La culpa de las mojaduras la tiene el agua, no los paraguas».
Para el capitán Apostolos Mangouras, de 70 años, las acusaciones solicitan 12 años de prisión por desobediencia y delitos ambientales, pero el fiscal se mostró contrario a que vaya a prisión porque no sería «ni sensato ni razonable». En su último turno de palabra dio las gracias a los gallegos por su «apoyo». Su jefe de máquinas, Nikolaos Argyroupoulos, pidió «perdón» por «los daños causados». El cuarto imputado, Ireneo Maloto, oficial filipino, sigue en paradero desconocido.