CARTAS DE LOS LECTORES

Cuando la energía nuclear es segura

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Ha pasado sospechosamente silenciado un estudio publicado sobre cómo se reducen los cánceres en la población cuando se cierra una planta nuclear. Es decir, negro sobre blanco, con datos, se afirma que hay visos de evidencia científica entre la reducción de cáncer en niños y mujeres (sobre todo) y la radiación asociada a estas instalaciones y la radiación de baja intensidad. El artículo ha sido publicado por la revista 'Biomedicine International', sus autores son Joseph Mangano, Janette Sherman y lleva por título 'Long-term Local Cancer Reductions Following Nuclear Plant Shutdown' y analiza cómo tras 23 años del cierre de la central nuclear de Rancho Seco (California) los cánceres se han reducido en ese área mientras en el resto de California no han variado significativamente. Detractores saldrán a denunciar lo mal que está hecho el estudio o que las conclusiones no son definitivas. Las únicas conclusiones definitivas son las que están a sueldo de la industria (expresidente de Gobierno español incluido): independientemente de Chernóbil, Fukushima o los residuos nucleares lanzados al mar ilegalmente, la energía nuclear es segura. Tienen todo el tiempo y el dinero del mundo para repetirlo mil veces. Y no tienen remordimientos.