Cospedal duda que Bárcenas tire de la manta porque «las mentiras no se documentan»
Rajoy guarda silencio y deja en manos de la secretaria general la respuesta a las últimas andanadas del extesorero
MADRID. Actualizado: GuardarEl silencio de Mariano Rajoy, convencido de que debe evitar entrar en el juego de los dimes y diretes sobre supuestas amenazas de Luis Bárcenas, no es una opción coyuntural ni personal, sino la estrategia con la que el Gobierno pretende rebajar la tensión suscitada por las últimas revelaciones del extesorero del PP en las que el partido se habría estado financiando de manera ilegal durante 20 años, recibiendo donaciones en metálico de constructores y empresarios a cambio de adjudicaciones de obras y servicios de gobiernos locales y regionales del PP.
Soraya Sáenz de Santamaría dejó claro ayer que piensa cumplir a rajatabla la recomendación del presidente del Gobierno y no respondió a ni una sola de las preguntas que le formularon antes y después de ofrecer una conferencia en los Cursos de Verano de El Escorial. Ante al mutis de Rajoy y Sáenz de Santamaría, la responsable de dar la cara por el PP fue María Dolores de Cospedal. Bárcenas endosa a la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha la supuesta gestión de una presunta comisión de 200.000 euros que habría recibido el PP castellano-manchego de una filial de la constructora Sacyr a cambio de un contrato con el Ayuntamiento de Toledo. «Es rotundamente falso, como todo lo demás, rotundamente falso y un disparate monumental», recalcó Cospedal en referencia a la información del diario El Mundo.
La secretaria general del PP respondió a 15 preguntas sobre Bárcenas durante la comparecencia tras la reunión del comité de dirección del partido, pero las concreciones fueron escasas. Cospedal dice que ni tiene miedo ni cree que Bárcenas, contra el que se querelló el pasado febrero a título personal por difamación, injurias y calumnias, tenga documentos con los que pueda tirar de la manta. ¿El motivo? «Las mentiras no se documentan», espetó la lugarteniente de Rajoy en el partido.
Pese al ímpetu de Cospedal, los populares siguen en la encrucijada sin saber muy bien cómo y cuándo llegará la próxima andanada del extesorero al que la secretaria general del PP echó hace cuatro años «por su presunta vinculación» con la red 'Gürtel', «trama que se aprovechaba de cierta parte de la estructura del partido». La relación entre Bárcenas y Cospedal fue muy tensa desde que ella accedió a la Secretaría General del PP en el congreso que los populares celebraron en Valencia en 2008. En ese mismo cónclave, Rajoy ascendió a Bárcenas al cargo de tesorero del partido, tras ejercer durante más de dos décadas como gerente de la organización a la sombra de Álvaro Lapuerta.
Pese a los intentos de Rajoy por pasar la página de la corrupción en su partido, el 'caso Gürtel' pero, sobre todo, la investigación sobre los papeles de Bárcenas, merman la confianza de los votantes populares en su partido, según recogen las últimas encuestas y se admite en privado en el partido.
Tranquilidad
«La militancia -arengó Cospedal- puede estar tranquila porque somos el partido más transparente y claro de todos los partidos que hay en España». Los populares exhiben su plena colaboración con la justicia y la contraponen a las trabas que, a su juicio, pone el PSOE a la juez Mercedes Alaya, que investiga la trama de los ERE irregulares en Andalucía, que tiene ya cerca de cien imputados.
Hasta ahora, Cospedal ha pasado por varias fases en relación a este asunto. En enero, justo cuando la justicia descubrió que Bárcenas escondía más de 22 millones de euros en cuentas suizas, no tuvo reparos en pedir que la investigación llegara hasta sus últimas consecuencia «caiga quien caiga», una expresión que no gustó a la vieja guardia del partido, porque entendió que podía enfurecer al extesorero.
Después de la publicación del presunto pago de sobresueldos, la secretaria general del PP bajó el pistón y evitó el cuerpo a cuerpo con Bárcenas. Tras el ingreso en prisión del extesorero, Cospedal vuelve a la carga, aunque intenta desvincular el presente y el futuro de Bárcenas. Recalcó que el juez Ruz decretó su encarcelamiento «por un asunto que afecta a su persona y a su patrimonio personal».
El PP insiste, una y otra vez, en que su contabilidad está libre de cualquier mácula. Por ello, Cospedal espera que el procedimiento judicial «se ventile lo antes posible». Pero ni el presidente del PP ni su secretaria general son optimistas a este respecto. Es más, comienzan a trabajar con la hipótesis de que la instrucción judicial podría demorarse varios años más, con lo que coincidiría con las elecciones autonómicas y locales o, incluso, con las generales.