El desempleo juvenil no cesa

Que los jóvenes son el futuro es una obviedad tan grande que cuesta reconocerla, pero eso no le quita veracidad. El crecimiento de un país debe recaer en gran parte en las nuevas generaciones, de ahí que sea tan importante invertir en buenos sistemas educativos en los que se prime la formación de los que serán los próximos trabajadores. De nada sirven los planes de empleo, ni las inversiones en nuevos negocios, si la mano de obra es inexistente.

Esto es lo que sucede en Cádiz desde hace unos años. La provincia vuelve a ocupar los primeros puestos en las peores estadísticas, en este caso en cuanto al paro juvenil. Actualmente las tasas de desempleo de menores de 30 años alcanza el 57%, más de la mitad de los que quieren trabajar no lo encuentran y por esta razón no les queda más remedio que marcharse.

Así, Cádiz es la provincia que más mano de obra joven pierde de toda España, el saldo entre contratos firmados por gaditanos en otras zonas y los que vienen de fuera a trabajar aquí es el más negativo de todo el país. Estas cifras se traducen en que si se instalan nuevos negocios, y ya por norma se ha establecido que a los mayores de 50 años les queda tan poco de vida laboral que ya no merece la pena contratarlos, una premisa absurda dado que a mayor experiencia mayor producción, y los jóvenes de la provincia se ven obligados a buscarse la vida fuera, ¿quién va a ser la mano de obra que saque adelante esos negocios? ¿quién va a crear esas empresas tan necesarias?

Esta claro que para las instituciones el desempleo juvenil es la gran lacra del paro nacional y es por ello que se ponen en marcha planes y ayudas para autónomos y rebajas en las cotizaciones para que abran sus negocios y no lo hagan en otros lugares. Parece que por el momento todas estas iniciativas no han conseguido cerrar el grifo de la emigración y el goteo no cesa.