Cinco muertos y 40 desaparecidos por la explosión de un tren en Canadá
Las investigaciones apuntan a un incidente mecánico como la causa del descarrilamiento del convoy en pleno centro de Lac Megantic
TORONTO. Actualizado: GuardarEl paso de las horas envuelve a la localidad canadiense de Lan Megantic en una pesadilla de proporciones cada vez mayores. El número de muertos por el descarrilamiento y la explosión de un tren que transportaba petróleo a su paso por el centro del poblado ascendió ayer a cinco. Pero los temores por que la cifra se multiplique crecen conforme avanzan las labores de los servicios de rescate. Al menos 40 personas continúan desaparecidas. «Será una catástrofe. Lo sabemos», afirmó ayer resignado a Radio Canadá Maurice Bernier, intendente del que hasta ahora era un idílico municipio de Quebec.
Los mayores temores se concentran en torno a un popular bar en el que numerosos jóvenes se encontraban en el momento en que se produjo la tragedia, según señalaron varios testigos. «Había por lo menos 50 personas en el bar. Ya no queda nada», aseguró un bombero que regresaba del lugar de la catástrofe y pidió el anonimato. «Una ola de petróleo encendido arrasó el edificio», añadió.
Los socorristas ingresaban ayer cautelosos entre los restos del tren, más de 24 horas después del estallido que devoró una treintena de edificios. El riesgo de que explotaran otros de los 73 vagones cargados de combustible hizo inviable las tareas el sábado y obligó a la evacuación de un millar de personas. Del mismo modo fue necesario el levantamiento de un perímetro de seguridad de un kilómetro.
Sin conductor
Las autoridades locales informaron de que, si bien no han concluido las investigaciones, un incidente mecánico podría haber sido la causa del accidente. Christophe Journet, portavoz de la firma, declaró a la AFP que antes del siniestro el convoy paró en Nantes para cambiar de equipo de conducción, y por razones que se desconocen «comenzó a avanzar solo, a moverse en la pendiente que lo conducía hacia Lac-Mégantic», a pesar de que los sistemas de freno estaban activados.
Un equipo de la Oficina de Seguridad de Transportes se ha desplazado al lugar para ayudar en las pesquisas. Mientras, los equipos de emergencia de Lac Megantic continuaban a la espera de espuma ignífuga procedente de EE UU para controlar algunos focos del incendio que permanecían activos 20 horas después.
La primera ministra de Quebec, Pauline Marois, expresó su «sentimiento de profunda desolación» tras haber sobrevolado la localidad afectada y observado «todos esos edificios incendiados». «Sentí tristeza por toda esa gente afectada por esta catástrofe y por un centro urbano que ha quedado destruido», subrayó. Su mensaje se produjo horas después de las condolencias de Stephen Harper, primer ministro canadiense: «Estoy muy afectado, horrorizado».