Rajoy reprocha a Aznar que le ponga nota con solo año y medio de Gobierno
El presidente defiende que ha tomado «el rumbo correcto» y pide confianza porque cree que «están puestas las bases de la recuperación»
MADRID. Actualizado: GuardarMariano Rajoy ha tardado mes y medio en responder a las duras críticas que José María Aznar lanzó a su Gobierno durante una entrevista televisada, el 21 de mayo. El presidente reprochó ayer a su mentor y antiguo jefe de filas que descalifique su iniciativa política -el ritmo de la reformas, el grado de incumplimiento del programa electoral o que no aborde de inmediato una bajada de impuestos- y que le acuse de resignación ante la crisis cuando solo lleva un año y medio al frente del Ejecutivo.
«Quedan todavía dos años y medio para el final de la legislatura y los balances se hacen cuando hay que hacerlos. No se puede hacer un balance al principio, porque eso no es justo, y no conduce a nada», aseguró Rajoy, con Aznar sentado a su lado y sin variar el gesto, y tras explicar que ha salvado a España de la intervención de la UE y que piensa convertirla en los próximos años en «un país que pueda competir en el mundo sin complejos». «No se puede decir, como en otros tiempos, que España va bien, pero sí que va mejor (que hace un año) y que el rumbo es el correcto», añadió, parafraseando con cierta ironía el famoso lema político de los ejecutivos de José María Aznar.
Aunque la frase no tenía destinatario explícito muchos de los presentes en el acto de clausura del campus de verano de FAES, la fundación y foro de ideas que dirige el expresidente popular, no tuvieron duda de quien era el principal.
Más todavía si se tiene en cuenta que el reproche fue precedido por la afirmación de que se ha visto obligado por la situación de emergencia a ejecutar medidas impopulares, e incluso alejadas de su programa electoral, pero que «nadie podrá decir que el Gobierno que presido no haya tomado decisiones, no haya planteado reformas estructurales, y que estas no sean de enorme calado».
Primer encuentro
El desahogo de Rajoy, de hecho, se produjo el primer día en el que ambos políticos volvieron a verse las caras en público tras muchos meses, en concreto desde el 26 de noviembre pasado, cuando los dos líderes coincidieron en la presentación del libro de memorias del expresidente, en el que cuenta cómo designó a Rajoy como sucesor porque Rodrigo Rato le dijo «no» por dos veces.
La relación entre Rajoy y Aznar es casi inexistente desde hace varios años -como lo demuestra la queja del expresidente de que solo han tenido una charla formal con su sucesor desde que llegó a la Moncloa-, pero ayer dieron una imagen de normalidad, con trato cordial y relajado y conversaciones sobre las vacaciones, conscientes de que les enfocaban con expectación todos los objetivos tras semanas de indisimulada tensión.
Rajoy centró su discurso en la idea de que «estamos en la cuenta atrás de la recuperación» -porque «ya están puestas las bases»- y que se logrará gracias a un amplio paquete de «ambiciosas» reformas que va a ejecutar en los próximos meses, añadidas a las anteriores, a la mejora del crédito y al mantenimiento del control del déficit público. «Los objetivos son claros, el rumbo es conocido y la determinación -garantizada por la mayoría absoluta- no va a fallar en ningún caso», comentó. Solicitó a todos un margen de confianza, pese a las cifras de paro y a los fuertes retrocesos en las encuestas, porque prevé una notable mejora de la situación económica de cara al final de la legislatura, en 2015.
Aznar, por su parte, no quiso ayer ahondar en las críticas públicas y realizó un breve discurso de balance de la semana de campus FAES sin apenas alusiones políticas. Sin embargo, no se resistió a recordarle a Rajoy que uno de los productos de la fundación rematados estos días es una proyecto de reforma fiscal con fuertes rebajas en el impuesto sobre la Renta y el de Sociedades. «Planteamos propuestas fundadas que pueden ser analizadas, discutidas e incluso aprovechadas» por el Gobierno, concluyó.
Rajoy ahí pareció querer contemporizar. En su turno de palabra recordó que el Gobierno ha creado un grupo de expertos para que diseñe en 2014 una amplia reforma fiscal y se mostró convencido de que este equipo «atenderá» los planteamientos del trabajo de FAES, «como no podía ser de otra manera».