La Corona se lamenta del «martirio» por el 'caso Nóos'

Durante casi dos años, desde que estalló el 'caso Nóos', la Corona ha tenido que invertir muchas energías en evitar que el deterioro de su imagen aumente. En la Casa del Rey aseguran, amparados en encuestas internas que nunca muestran, que al menos han conseguido parar el golpe. Sin embargo, acusan cansancio. Especialmente, por el proceso judicial seguido por el magistrado de la Audiencia de Palma José Castro. «Un martirio», en palabras de un portavoz oficial.

En la Zarzuela se lamentan de que la causa lleve abierta más de dieciocho meses «con una gran presión mediática» y muestran sin rodeos su deseo de que el sumario se cierre «cuanto antes». Es más, no eluden un cierto tono de reproche hacia el instructor. «Esto no es tan complicado como lo que lleva la señora de Sevilla», en referencia al caso de los ERE fraudulentos investigados por Mercedes Alaya. Y añaden: «A veces no se tiene en cuenta el 'gasto' para las personas a las que afecta».

Entre esas personas, claro está, se encuentra la infanta Cristina, imputada y desimputada, y en el punto de mira durante varios días por las operaciones de compraventa de inmuebles que, supuestamente de manera errónea, le atribuyó Hacienda por valor de 1,4 millones de euros. Fuentes de la Jefatura del Estado aseguraron ayer, en un desayuno informativo, que si no se le hizo una 'paralela' es porque esos datos no aparecían tampoco en los datos fiscales que facilitó la Agencia Tributaria esos años para la declaración de la renta.

También analizaron los abucheos sufridos en los últimos días por miembros de la Familia Real. Y la conclusión fue contundente. «No nos preocupan pero nos molestan -dicen las citadas fuentes-; son de mala educación».