ESPAÑA

Una política de carácter fuerte y difícil

Magdalena Álvarez Exministra de Fomento

MÁLAGA. Actualizado: Guardar
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Si hay una característica que define a Magdalena Álvarez es su enérgico carácter personal y político, que algunos interpretan como arisco y hasta descortés, y otros como un caparazón tras el que se esconde una mujer humana y cariñosa con los suyos a la que cuesta exteriorizar sus sentimientos. Hasta tal punto es celosa de sus afectos que siendo ministra de Fomento, el día que el tren AVE llegó a Málaga, el 23 de diciembre de 2007, el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le dijo: «Magdalena, no te contengas, y disfruta como todos los malagueños».

En 1979 ingresó en el cuerpo de inspectores de finanzas del Estado, donde hizo una carrera que le llevó a asumir responsabilidades en la Agencia Tributaria a nivel provincial y regional. Cargos que compatibilizó con su pertenencia a diversas entidades públicas empresariales como el ICO, Aviaco o el Banco Exterior de España. Hasta 1994, cuando el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, la nombró consejera de Economía y Hacienda. Tras las elecciones autonómicas de 1996 el PSOE consiguió mayoría absoluta en Andalucía y fue ratificada en su cargo de consejera. En ese mandato, su protagonismo político va en ascenso con la vehemente negociación que hace con el Gobierno de José María Aznar del pago de la deuda histórica con Andalucía y de la financiación autonómica. De estos años es la anécdota de una reunión, cuando saludó al entonces ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, con un «apague usted su puro».

La victoria de Zapatero la llevó al gobierno como ministra de Fomento, donde estuvo en el ojo del huracán político ya que su gestión estuvo marcada por la polémica. Su reprobación en el Congreso no salió adelante por la mínima, aunque en el Senado sí fue reprobada. Un fuerte desgaste ante el que no se arrugó y que le llevó a afirmar en un mitin: «Antes 'partía' que 'doblá'».

En 2009, fue relevada por José Blanco en Fomento y entró en la lista socialista a las elecciones europeas. Apenas duró un año como eurodiputada, ya que en 2010 fue nombrada vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones. Quienes le conocen dicen que está tranquila, pero indignada.