Convergencia y Unió hacen las paces tras el enésimo roce
BARCELONA. Actualizado: GuardarEl enésimo desencuentro entre Convergència Democrática de Catalunya y Unió Democrática de Catalunya, los dos socios de la federación nacionalista de CiU, se quedará finalmente en tormenta veraniega, a pesar de que en solo seis meses de legislatura catalana las chispas han saltado ya demasiadas veces.
Las direcciones de ambos partidos dieron ayer por cerrada la última crisis desatada entre las dos formaciones y que tuvo su origen en unos reproches por parte de unos dirigentes de Convergència, que acusaron a Josep Antoni Duran Lleida de «generar dudas» y «jugar» con la consulta, lo que «debilita» el proceso soberanista.
Duran, que siempre ha criticado la alianza entre CiU y ERC, y que incluso se suele referir a Esquerra como formación «adversaria», salió en tromba, apoyado por la dirección de su partido, y amenazó con dejar la secretaría general de CiU, que de haberse producido habría abierto una grieta casi irreparable entre los dos partidos. La difusión de una intervención del líder de Unió en Girona, criticando a ERC, CDC y TV-3, acabó de crispar las relaciones.
Sin embargo, ambos partidos cerraron filas y se comprometieron a seguir trabajando juntos por el derecho a decidir. La comisión permanente de Unió, mientras, ratificó a Duran como número dos de CiU, una decisión que aplaudieron desde la ejecutiva de Convergència.