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Los barones enmudecen ante Rajoy, que pide calma tras el ingreso de Bárcenas en la cárcel
El presidente promete máxima colaboración con la justicia y Cospedal pide a Ruz que acelere una instrucción que comenzó hace ya cuatro años
Actualizado: GuardarHablar fuera, callar dentro. Los presidentes regionales del PP que habían reclamado mayor contundencia a la dirección del partido en relación con el 'caso Bárcenas' enmudecieron ayer ante Mariano Rajoy, que recomendó «calma» al partido durante su intervención a puerta cerrada en el comité ejecutivo nacional del PP.
El líder de los populares pretende dar carpetazo a este escándalo porque entiende que ensombrece sus primeros logros en materia económica. Pero sabe que su deseo, de momento, no casa con la realidad. «Seguiremos un tiempo con esta historia», se lamentó Rajoy.
Los acontecimientos previos a la reunión, ingreso en prisión de Bárcenas, presentación de la controvertida reforma de la administración y el «rácano» reparto del nuevo margen de déficit para las autonomías, hacían presagiar que sería una cita polémica. Nada más lejos de la realidad. El Comité Ejecutivo Nacional del PP, del que forman parte unos 80 dirigentes, pasó con más pena que gloria. Además de Rajoy, solo tomaron la palabra otras dos personas, María Dolores de Cospedal, que expuso un informe de gestión, y Juan Ignacio Zoido, presidente del PP de Andalucía, que informó de la situación política en esa comunidad tras el anuncio de José Antonio Griñán de que no volvería a presentarse a las elecciones.
Todo ello pese a que incluso minutos antes de que comenzara el encuentro, algunos barones alertaron en la misma puerta de la sede de la calle Génova 13 de Madrid sobre las consecuencias del ingreso en prisión del extesorero del partido.
La madrileña Esperanza Aguirre confesó estar «absolutamente abochornada» por las informaciones sobre casos de corrupción en el PP. «El presidente de mi partido -sostuvo- supongo que está igual de abochornado que yo». Arantxa Quiroga, presidenta del PP vasco, que llegó a decir que el enriquecimiento de Bárcenas le provocaba «vómito», se limitó a comentar que el extesorero más que «preocupar» está «ocupando al PP, que está tomando medidas internas».
Ni estas ni otras reflexiones similares que los dirigentes populares hicieron a su llegada tuvieron eco en el interior. Rajoy logró uno de los objetivos que pretendía durante la sesión de este órgano interno, que nadie citase de manera expresa a Bárcenas, pese a que el extesorero trabajó durante más de 30 años a pocos pasos de la sala donde se realizan estas reuniones de la dirección popular.
La fotografía de este comité ejecutivo resume el momento por el que pasa el partido. La vieja guardia reclama cautela a la espera de las «bombas» que pueda soltar Bárcenas desde prisión, mientras los dirigentes más jóvenes, sin vinculación alguna con el extesorero, quieren que se depuren responsabilidades «caiga quien caiga».
Rajoy, en un discurso más propio de presidente de Gobierno que de líder de un partido afectado por las noticias sobre presuntas irregularidades en su contabilidad, arengó a sus dirigentes para que apoyen al Ejecutivo en las reformas estructurales que, a su juicio, son la única senda para lograr el crecimiento económico y la creación de empleo que, insistió, son las únicas preocupaciones de los españoles.
«Sin miedo a nada»
Más allá de su llamamiento a la calma ante el encarcelamiento del extesorero, el jefe del Ejecutivo recitó la respuesta políticamente correcta, máximo respeto a las decisiones judiciales y promesa de colaboración plena con la justicia.
Rajoy, una vez más, delegó en María Dolores de Cospedal la tarea de responder a las preguntas de los informadores. La secretaria general del PP fue contundente a la hora de valorar la posibilidad de que Bárcenas tire de la manta. «No tengo miedo a nada», declamó.
Las preocupaciones de la número dos de los populares son otras. Sin ir tan lejos como su vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, que se quejó ante lo que consideró una «causa judicial general» contra el PP, Cospedal solicitó a Pablo Ruz, juez instructor de los casos 'Gürtel' y 'Bárcenas' que acelere la instrucción que lleva cuatro años abierta.
Sí coincidió con Floriano en criticar el hecho de que alguna de la documentación que aporta el PP a la causa, a petición del juez, se filtre a los medios de comunicación.
Por el contrario, negó que su partido tenga que abrir una nueva investigación interna ante los nuevos datos conocidos desde febrero, cuando el PP presentó su propia auditoría. «Esos datos no sé de dónde vienen», remachó.