Rubalcaba busca el sí definitivo de los socialistas catalanes a su reforma territorial
El secretario general del PSOE intentará reunirse esta semana con Pere Navarro para amarrar el acuerdo antes del Consejo Territorial
Actualizado: GuardarAlfredo Pérez Rubalcaba trabaja ya contrarreloj para pulir una propuesta de reforma territorial que cuente con el apoyo de todas las federaciones del PSOE. Los socialistas se reúnen el próximo sábado en Granada para lanzar la pieza más arriesgada y sustanciosa del proyecto de renovación política e ideológica que debe culminar en la Conferencia Política de septiembre: la reforma constitucional que ha de permitir al Estado autonómico evolucionará para dotarse de estructuras federales. Aún quedan algunas discrepancias por resolver, especialmente, con los socialistas catalanes, y apenas queda tiempo. Rubalcaba tiene previsto reunirse esta semana con el primer secretario del PSC, Pere Navarro. Intenta prevenir más sorpresas de última hora. El esfuerzo realizado desde Ferraz por el líder del PSOE y por Ramón Jáuregui, encargado de coordinar los trabajos del documento, para alcanzar un equilibrio que permita arropar bajo el mismo manto a dos federaciones con visiones tan contrapuestas del Estado como la catalana (en realidad, partido propio) y la extremeña, por poner un ejemplo, ha sido importante. Pero en Ferraz aún cruzan los dedos para que no surjan nuevos conflictos. La idea era corregir las deficiencias de un modelo cuestionado desde distintos espectros ideológicos, quizá con más intensidad durante la crisis, y dar una respuesta al modelo catalán, pero con un límite claro y fundamental que el PSC digiere con alguna dificultad: «No se trata de transformar España en un Estado federal, los territorios no son los titulares de la soberanía. España no es eso y no lo aceptamos», aclara Jáuregui.
Documento «aligerado»
Esta posición, que se traduce en la negativa férrea del PSOE a aceptar referendos o consultas como las que pretende el PSC (sin utilizar ahora el eufemismo del «derecho a decidir»), hace que el acuerdo esté aún en vilo. En los últimos quince días, el líder del PSOE ha celebrado varios encuentros con los barones de su partido para hacerlo más fácil. En esa tarea, admiten fuentes de la dirección socialista, el texto se ha ido «aligerando» y «generalizando». Por ejemplo, ya no se especifica si el órgano que, a su juicio, debería sustituir al Senado ha de estar formado por representantes de los Gobiernos autonómicos, que era el planteamiento inicial, o de los Parlamentos. Cuanto menor es la concreción, más difícil resulta tener roces. Ese fue el consenso general en el almuerzo que celebró Rubalcaba en Ferraz con los seis barones que forman parte de la ejecutiva federal -el andaluz José Antonio Griñán, el vasco Patxi López, el castellano-manchego Emiliano García Page, el gallego Pachi Vázquez, el asturiano Javier Fernández y la balear Francina Armengol- el pasado lunes 17, o sea, justo después del incendio provocado por Pere Navarro al proponer la supresión concierto vasco y el convenio en Navarra.
Ha habido, aparte de ese, otros encuentros. Unos días antes Rubalcaba se había visto con el aragonés Javier Lambán y el riojano César Luena. Y el 17 se citó con los líderes de Madrid, Comunidad Valenciana, Extremadura, Castilla y León, Murcia, Cantabria y Navarra.
Esta semana, hasta el Consejo Territorial del sábado, seguirá en contacto con ellos por vía telefónica y a través de internet. Pero con el líder del PSC, con el que también ha tenido varios encuentros, el último el pasado 13, quiere verse por última vez en persona porque su posición es la más compleja.
Los socialistas catalanes insisten en que necesitan elementos de enganche para ofrecer a sus electores. Y el PSOE dice 'no' a las «consultas territorializadas», 'no' a hablar de poner límite a la solidaridad interterritorial (a pesar de haberlo sopesado seriamente) y 'no' a la fragmentación del Poder Judicial.
A cambio, ofrecen «una bandera», dicen, que no es poca cosa: la reforma de la Constitución.