Sociedad

Wert destaca que la nueva ley evitará repartir las becas «como limosnas»

Cospedal califica como «valiente» al ministro por haber puesto en marcha la ley «más importante» de esta legislatura

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Tras unas semanas de titubeos, la dirección nacional del PP inició ayer una defensa frontal de la nueva Ley Orgánica de Mejora de la Calidad de la Educación (Lomce). Algunos dirigentes populares manifestaron esta misma semana la dificultad que entrañaba 'vender' la reforma emprendida por el ministro José Ignacio Wert, sobre todo en lo relacionado con las becas. Arropado por María Dolores de Cospedal, el titular de Educación, tras rebajar a un 5,5 la nota mínima para recibir este tipo de prestación económica, volvió a la carga con unas declaraciones que tardaron muy pocas horas en convertirse en un nuevo capitulo de esta polémica.

«Al final el espíritu tiene que ser que esos recursos escasos no se distribuyan en forma de limosna, sino como una contribución de recursos que la sociedad hace con justa correspondencia», apostilló Wert en referencia a las becas.

La dirección federal del PSOE no tardó en reaccionar, consciente de que la batalla contra la Lomce le acerca a un sector de la población que le dio la espalda en la última convocatoria electoral.

La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, mediante su cuenta en Facebook, indicó que relacionar o comparar las becas con limosnas son una demostración palpable del «nefasto clasismo ideológico» del ministro. Valenciano añadió que «a Wert le parece exagerado que todo el mundo quiera ir a la universidad».

La número dos del PSOE no tiene dudas de que «la clave» de la política educativa de este Gobierno es «ordenar el sistema para que se detenga un camino de corrección de desigualdades que España emprendió hace años».

Pero Wert, durante el acto organizado por el PP en Alcalá de Henares, alegó a favor de su tesis sobre las becas, pese a los «intentos» de determinados sectores de «intentar oponer la exigencia de rendimiento a la equidad». Insistió en que su opinión, y por lo tanto en la del Gobierno, lo que es realmente equitativo» es que las ayudas que salen de la solidaridad de los ciudadanos sean correspondidas con «rendimiento aceptable. «Sería inequitativo no tener en cuenta ese rendimiento y distribuir los recursos sin atender al uso que hacen de ellos los estudiantes, porque dejaríamos sin muchos recursos a otros que se están esforzando. Una sociedad que no tiene herramientas para medir los recursos está siendo falsamente equitativa», apuntó.

También repartió estopa a la oposición y a los colectivos que con más énfasis se han opuesto a la reforma, a los que acusó de defenestrar la Lomce sin leerla. «Hablan desde un apriorismo ideológico total, refiriéndose a un desmantelamiento que demuestra que no se han leído la ley», zanjó. Otro aspecto muy controvertido de la propuesta del Ministerio de Educación son los diseños de los nuevos itinerarios educativos para los jóvenes. «Me producen irritación -acotó- las críticas a estas medida porque eso contribuye a que nadie se quede atrás y lo contrario se llama segregación».

«Inaplazable»

El ministro, pese a la tormenta, sigue erre que erre y sigue pensando lo mismo respecto a que los jóvenes que tomen decisiones educativas consideren junto con los aspectos vocacionales aquellos que tienen que ver con el empleo, pese a las críticas recibidas.

Cospedal recalcó que «la Lomce es la reforma pendiente más importante» del Gobierno de Mariano Rajoy por la necesidad de «inaplazable» hacer un cambio de modelo para garantizar la competividad de los jóvenes del futuro. Justificó el cambio de modelo en la multitud de informes internacionales que ponen en tela de juicio la formación en España y porque las tasas de abandono y fracaso escolar en España no son aceptables y son muy superiores a otros países de la Unión Europea.

«Con independencia de cómo pensemos, los padres sabemos que no se puede consentir un modelo que tiene más de un 25% de abandono escolar temprano es tener un mal modelo y un mal ejemplo que no garantiza una sociedad del bienestar», declamó.