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Buscan soluciones para reformar Bazán antes de que los edificios se caigan
La Junta propone esperar a los planes estatales para rehabilitar suelos y techos mientras que el Consistorio quiere volver a levantarlos con más altura
SAN FERNANDO. Actualizado: GuardarO se plantea una reforma o Bazán comenzará a tener problemas serios dentro de pocos años. Ya existen viviendas que están apuntaladas, incluso azoteas de edificios en las que no se puede transitar. La barriada cuenta con más de 50 años y en todo ese tiempo apenas se ha realizado una mejora de las construcciones. Ahora comienza a pasar factura, con un problema añadido, que las administraciones no cuentan con el dinero suficiente para hacer frente a la actuación que se precisa. Pero sí son conscientes de lo que puede acontecer en esta barriada si no busca una solución y por ello manejan varias alternativas.
La que por el momento parece más viable es la de la Junta de Andalucía. El delegado provincial de Fomento y Vivienda, Manuel Cárdenas, visitó hace unos días la barriada, para conocer en primera persona el estado en el que se encuentra y lanzar una propuesta. Desde el primer momento no adquirió un compromiso cerrado más allá de exponer la causa de Bazán en la reunión que mantendrá los delegados provinciales en esta materia para acordar los proyectos que se acogerán la plan Estatal de Vivienda.
En este sentido lo que pretende la Junta es que con el dinero que dé el Estado para rehabilitaciones, se acometa la mejora de los cimientos, suelos y estructura, así como los tejados, de los edificios en peor estado. En este sentido no hay plazos y ni siquiera se sabe si finalmente se realizará, pero es lo único que pueda aportar la Administración autonómica, que no cuenta con dinero para una reforma integral del barrio.
El Ayuntamiento es más ambicioso y propone tirar todos los edificios para levantar unos nuevos, pero con mayor altura, y por lo tanto más pisos. El objetivo no es otro que se encargue de ello una empresa privada y que pueda sacar rendimiento a través de la venta de esos inmuebles nuevos. Una operación que no es anda sencilla y menos aún en los tiempos que corren ante la crisis a la que se enfrenta el ladrillo tanto en construcciones como en posibilidades de venta. Al menos están las alternativas, por lo que ahora toca a esperar que la solución que se imponga finalmente no llegue demasiado tarde.