Los planes privados benefician el doble a las rentas altas en el IRPF
Las rentas bajas pueden acabar pagando más impuestos si cobran un plan de pensiones privado
MADRID. Actualizado: GuardarEl informe del Comité de Expertos sobre el factor de sostenibilidad contempla como una de las alternativas «aceptar la disminución de la ratio de la pensión media sobre salario medio asumiendo que los pensionistas reciben pensiones del sistema público que podrían complementarse con ingresos procedentes de su ahorro privado». En España, los planes de pensiones, ya sean de empleo, acordados en la negociación colectiva, o individuales, no acaban de despegar. Tampoco entre los diputados que van a debatir la reforma de las pensiones es predominante.
Los portavoces del PP, Izquierda Plural, CiU y UPyD no tienen plan de pensiones. La portavoz socialista Isabel López i Chamosa ingresa 50 euros al mes en un plan de pensiones que abrió hace veinte años. También el diputado vasco Emilio Olabarría cuenta con un plan privado en una Entidad de Previsión Social Voluntaria. En el País Vasco sí tienen relevancia -el ahorro invertido representa el 21% de su PIB- debido a que es un elemento clave en la negociación colectiva.
Tengan o no, los diputados defienden la existencia de los planes de pensiones privados para quien lo quiera. Pero con matices. Así, el diputado de ICV Joan Coscubiela, recalca que es «absolutamente legítimo» tener un plan de pensiones, pero no que «los gobiernos hagan políticas arbitrarias que incentiven los planes privados en detrimento del sistema publico de pensiones». «No tendría lógica que el Gobierno dijera que no hay recursos para mantener el gasto publico en pensiones y sí para bonificar el ahorro en planes privados. La combinación de ambas acciones sería una estafa».
Las bonificaciones fiscales a los planes de pensiones cuestan más de 1.100 millones de euros al año a las arcas del Estado. Las aportaciones desgravan en la base imponible del IRPF, lo que significa que el ahorro fiscal depende del tipo marginal de cada contribuyente. Hasta Bruselas ha instado a eliminar este sistema: «En el IRPF, la desgravación fiscal de las contribuciones a planes de pensiones tiene efectos regresivos y falsea la composición del ahorro», señala la Comisión Europea. El secretario general de Gestha (sindicato de Técnicos de Hacienda), José María Mollinedo, coincide con Bruselas y recalca que son las rentas más altas las que más se benefician.
El peligro de cobrar
El cobro de un plan de pensiones privado puede aparejar una desagradable sorpresa para las rentas bajas. Cuando se tiene un solo pagador (por ejemplo, la Seguridad Social) no se está obligado a declarar el IRPF si los ingresos no superan 22.000 euros anuales. Ahora bien, si se tiene dos pagadores (la Seguridad Social y el plan privado) hay que declarar IRPF si la suma de los ingresos supera los 11.200 euros anuales y del segundo pagador se reciben más de 1.500 euros al año. Eso significa que si cobra, por ejemplo, 850 euros de pensión pública no paga impuestos porque no alcanza los 22.000 euros al año, pero si, además, está percibiendo una renta periódica de 300 euros mensuales de un plan de pensiones privado, tendrá que declarar y pagar el impuesto sobre la renta. Una sorpresa que implica pagar a Hacienda, en este caso, alrededor de 1.800 euros al año, ya que el tipo medio más bajo del IRPF supera el 12%.
El rescate del plan de pensiones tributa como rendimiento del trabajo. Cuando se recibe en un solo cobro y las prestaciones corresponden a aportaciones anteriores a 2007, el 40% de lo percibido no tributa. Desde 2007 no hay exención, salvo en el País Vasco, que la mantiene.