Wert mantiene el 6,5 para las becas universitarias y solo rebaja la exención de matrícula
El decreto contempla un 5,5 para la gratuidad de las tasas en la enseñanza superior y para optar a una ayuda en el Bachillerato
MADRID. Actualizado: GuardarEl Ministerio de Educación ha encontrado la fórmula para mantener el endurecimiento de los requisitos académicos en el acceso a las becas universitarias y, al mismo tiempo, suavizar aspectos muy concretos que habían desatado la crítica interna y de las comunidades autónomas del PP. Así, entre las concesiones se encuentran que los estudiantes con un 5,5 podrán optar a la exención de tasas universitarias, es decir, a la gratuidad de la matrícula. Ese fue el compromiso al que llegó el ministro de Educación, José Ignacio Wert, con las comunidades autónomas en la última Conferencia de Política Universitaria y que consiste en volver al sistema actual -ya endurecido por el Gobierno el año pasado-. Sin embargo, los alumnos deberán lograr el polémico 6,5 para optar al resto de ayudas de una beca (la cuantía fija por umbral de renta, variable por rendimiento académico o ayuda por residencia).
«Entendemos que es un equilibrio entre quienes abogaban por la supresión de los requisitos académicos y la propuesta inicial», aseguró el ministro al presentar el borrador definitivo, que remitirá hoy al Consejo de Estado. El truco de ese equilibro está en que el decreto diferencia entre lo que Wert denominó «pagar los estudios» -el acceso a la universidad- y «pagar por estudiar» -el resto de ayudas-. Es decir, una distinción entre las tasas de matriculación y el resto de cuantías que conforman una beca.
Siguiendo esta premisa el Ministerio rebaja de un 6,5 a un 5,5 la nota (media entre el Bachillerato y la Selectividad) para lograr la exención de la matrícula universitaria en el primer año. En los cursos sucesivos será necesario superar un 65% de los créditos en las enseñanzas técnicas y de ciencias, aprobar el 80% en las carreras de Ciencias de la Salud y el 90% para las encuadradas en las Ciencias Sociales, Jurídicas y Artes y Humanidades.
Sin embargo, los requisitos académicos para optar al resto de componentes de la beca se incrementan. Así, en caso de no aprobar todas las asignaturas matriculadas los estudiantes deberán obtener un 6,5 de media y superar el 90% de los créditos para enseñanzas de Ciencias Sociales y Humanidades y un 80% de créditos para Ciencias de la Salud. En el caso de las carreras científicas y técnicas la nota exigida será un 6 y superar el 80% y el 65% de los créditos, respectivamente.
El ministro reiteró que el endurecimiento de los requisitos académicos es la manera en que los estudiantes corresponden al «esfuerzo de la sociedad». Además, Wert insistió en que la nota de 6,5 no es baladí. «El 50% de los estudiantes que acceden a la universidad con menos de un 6,5 no terminan la carrera», explicó.
El decreto también rebaja de un 6 a un 5,5 los requerimientos académicos para acceder a una beca en el Bachillerato, otra de las demandas de las comunidades autónomas del PP. El ministro justificó la «suavización de los criterios» en Bachillerato ante el riesgo de que fueran contraproducentes con respecto al objetivo de reducir la tasa de abandono escolar. Es decir, que expulsara a los alumnos del sistema educativo y les condenara al paro juvenil. Por su parte, las ayudas para la FP Superior se mantienen en el 5,5.
El nuevo sistema de becas no convenció a los rectores, con quienes Wert se reunió por la mañana. Los dirigentes universitarios pidieron al titular de Educación que la nota de acceso a una beca fuese el aprobado para no romper la equidad. «Nuestra demanda es que no haya discriminación. Hemos pedido el 5,5 como requisito académico para todo tipo de becas», aseguró el rector de la Universidad Autónoma de Madrid, José María Sanz, al término del encuentro.