El empresario Lavitola, el día de su arresto en el aeropuerto de Roma, hace poco más de un año. :: EFE
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Otro juicio acecha a Berlusconi por comprar senadores para derribar a Prodi

El parlamentario arrepentido que destapó la 'operación Libertad' del magnate en 2007 admite la corrupción y pacta la pena

ROMA. Actualizado: Guardar
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Sergio De Gregorio, uno de esos impresentables de la política italiana, se la ha liado pero bien a Silvio Berlusconi. En 2006 Romano Prodi derrotó al 'Cavaliere' en las elecciones, pero en el Senado sacó solo tres escaños de ventaja. Fue el gran momento de De Gregorio y otros golfos, que acabaron pasándose con Berlusconi para hacer caer el Gobierno en 2008. Luego el magnate volvió a ganar. Pero como ha confesado este senador a los fiscales, lo hizo porque el líder de la derecha le pagó tres millones. Uno a su pequeño partido y dos en negro. Lo mejor es que esta campaña de compras, pues De Gregorio no sería el único, se llamó 'operación Libertad'. Es el nuevo posible proceso que amenaza a Berlusconi.

Ayer se celebró la vista preliminar para que el juez decida si procesa o no al exprimer ministro por corrupción. Aplazó la decisión al 19 de julio, pero De Gregorio asumió que es el corrupto de esta historia -algo que presupone un corruptor- y propuso pactar un año y ocho meses de cárcel, una posibilidad de la Justicia italiana que evita el juicio y ofrece una pena reducida. Le responderá el juez en la próxima vista. Debe decirse que el tribunal ya rechazó un juicio inmediato en marzo porque no veía clara la corrupción, no le bastaba la sola confesión de De Gregorio.

Pero ayer hubo otra novedad. De Gregorio ha escrito un libro, llamado precisamente 'operación Libertad', y 'L'Espresso' anticipó ayer su contenido, un nuevo escándalo. Berlusconi se habría reunido en 2007 con el embajador chino en Roma para que frenara la colaboración de las autoridades de Hong Kong con los jueces de Milán que investigaban sus fondos ocultos en el extranjero en el 'caso Mediaset'. Es el proceso por fraude en el que ya ha sido condenado a cuatro años de cárcel y cinco de inhabilitación en cargos públicos, pena que será definitiva a final de año si la confirma el Supremo. Berlusconi habría desplegado una campaña de presión con representantes y diplomáticos chinos con la ayuda de De Gregorio, que hasta fundó una Asociación de Amigos de Hong Kong para apoyar la pretensión de esta región de ser apeada de la lista de paraísos fiscales. Al final esa cooperación judicial se cortó.

Es un misterio la repentina contrición de De Gregorio. Con estos sinvergüenzas nunca se sabe y por otro lado el arrepentimiento, el perdón y la vuelta a la rutina son algo habitual en la escena pública italiana, impregnada de una concepción muy misericordiosa de la fe católica. Su explicación oficial es que se le apareció su difunto padre en sueños y le riñó. La versión de Berlusconi, que le desmintió en marzo cuando salió a la luz el escándalo, es que pedía 10 millones, porque estaba endeudado, y se los negó.

«El más chantajeable»

El problema, grave para un líder político, es que el magnate se ha revelado en otros casos parecidos «la persona más chantajeable de Italia», como le ha definido el propio De Gregorio. Es más, hay un tercer implicado en el caso, el empresario Valter Lavitola, que habría ejercido de mediador entre Berlusconi y el tránsfuga. Pues bien, el mismo Lavitola protagonizó el año pasado un sonado escándalo por un intento de chantaje al 'Cavaliere', a quien pidió cinco millones por su silencio acerca de los trapos sucios que conocía, entre ellos la 'operación Libertad'. Tuvo eco porque huyó del país tras hablar con el mandatario, que en una escucha grabada le recomendó quedarse donde estaba, y tardó ocho meses en regresar. Le arrestaron en el aeropuerto y acaba de ser condenado a dos años y ocho meses de cárcel por intento de extorsión a Berlusconi.

Hay otra opinión pertinente, la de Prodi, que cuando se enteró de todo fue demoledor: «Un episodio tristísimo y, si se confirma, un atentado a la democracia. No se puede cambiar la historia del país corrompiendo el Parlamento».