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La UE retrasa el proceso de adhesión de Turquía
Los socios evitan un enfrentamiento directo con Erdogan y se comprometen a desbloquear los contactos en octubre
BRUSELAS. Actualizado: GuardarLa UE retrasó ayer el desbloqueo de las negociaciones de adhesión de Turquía, pero evitó dejarlas en vía muerta como ha sucedido en los últimos tres años. En una alambicada decisión, los Veintisiete acordaron mostrar su repulsa por la violenta represión de las protestas en Estambul sin provocar un grave conflicto diplomático. El Gobierno de Recep Tayyip Erdogan había amagado con retirar su candidatura al ingreso si los socios volvían a congelar el diálogo. Aunque la Unión tenía previsto retomar hoy los contactos, finalmente se posponen a octubre y quedan sujetos a un nuevo informe comunitario sobre el respeto a las libertades en el país.
La compleja decisión de la UE permite a todas las partes extraer su propia lectura. Alemania, que había amenazado con bloquear de nuevo las negociaciones, logra que los socios censuren abiertamente la dura respuesta del Gobierno otomano a las manifestaciones. Contraria desde hace años al ingreso de Turquía por sus diferencias culturales, Angela Merkel se confesó «conmocionada» por la actuación policial. En las dos semanas de protestas, se estima que han muerto cuatro personas y alrededor de 7.500 han resultado heridas. Una dirigente del Partido Verde alemán se vio afectada por los gases lacrimógenos y los agentes no dudaron en utilizar cañones de agua junto al hospital germano de Estambul.
Pese a la postura de Merkel, que en septiembre buscará una nueva reelección en las urnas, la unanimidad no reinaba en el Ejecutivo de Berlín. El ministro de Exteriores, el liberal Güido Westerwelle, siempre ha apostado por la integración de Turquía frente al 'no' de los conservadores liderados por la canciller. Con estas credenciales, el jefe de la diplomacia germana se remangó para lograr una solución con su homólogo otomano, Ahmet Davutoglu. Durante el pasado fin de semana, ambos responsables forjaron un pacto que ha acabado por lograr el respaldo de todas las partes. «Es exactamente lo que esperábamos. En unas pocas semanas, comenzarán las negociaciones», celebró Erdogan.
«Periodo de prueba»
El acuerdo suscrito por los Veintisiete implica retrasar hasta octubre la reapertura formal de las conversaciones. En un principio, los socios habían fijado para hoy el inicio de los contactos en un nuevo capítulo de los 35 que componen el camino hacia el ingreso. El apartado elegido -política regional- no cuenta con una trascendencia especial, pero tiene una fuerte carga simbólica porque desde hace tres años no se produce ningún avance concreto. Ahora, este diálogo arrancará el próximo otoño después de que Bruselas presente su informe anual sobre la protección de los derechos humanos y el cumplimiento de los criterios de adhesión. Una vez que se conozcan los resultado del análisis, los titulares de Exteriores deberán ratificar que todo está en orden.
El responsable de la diplomacia austriaca, Michael Spindelegger, describió el acuerdo como «un periodo de prueba» para Turquía. En este tiempo, se certificará cómo gestiona Ankara «los derechos básicos de los ciudadanos, entre ellos el de manifestación y el de libre expresión». Su colega de Irlanda, que actualmente ocupa la presidencia de turno de la Unión, insistió en que la perspectiva del ingreso es «la herramienta más efectiva» para influir en la agenda reformista otomana. Aunque los expertos consideran que los Veintisiete han perdido mucho poder de persuasión con Erdogan, nadie olvida que las relaciones con los socios son claves para que el país mantenga su estatus de puente euroasiático.
En su cita de ayer, los responsables de Exteriores de la UE también dieron un matizado impulso al ingreso de Serbia. Ante las reticencias de Alemania, los socios apostaron por posponer hasta enero de 2014 el inicio de las negociaciones. En el caso de Kosovo, se aprobó un calendario similar, pero para la puesta en marcha de un acuerdo de asociación considerado la antesala del diálogo para la adhesión. Ambos gobiernos han conseguido acelerar su acercamiento a la Unión tras el pacto alcanzado el pasado abril para normalizar sus relaciones. Este consenso incluye una mayor autonomía para los serbios residentes en el norte de Kosovo.