La huida del informático pone en ridículo a Obama
EE UU advierte a China de que la salida de Edward Snowden de Hong Kong enfría las relaciones y pide a Rusia que lo entregue
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarLa prensa internacional se divertía ayer comparando a Edward Snowden con Leonardo DiCaprio en la película 'Atrápame si puedes', pero en la Casa Blanca no estaban para bromas. China, Hong Kong, Rusia, Cuba, Venezuela y Ecuador integraban hasta el momento la lista de países que habían desafiado ya la orden de detención contra el informático y antiguo trabajador de una contrata de la Agencia de Seguridad Nacional que emitió el Departamento de Justicia estadounidense el viernes. El primer latigazo furibundo de la Administracion estadounidense fue para Hong Hong, y por extensión para China. La presión, para Rusia, en cuya capital se encontraba todavía ayer Snowden, según el Gobierno norteamericano.
En teoría, el joven que divulgó el programa de espionaje estadounidense y la abogada británica que le ha proporcionado Wikileaks habían hecho el 'check in' (embarque) del vuelo de Aeroflot con destino a Cuba que salía ayer a mediodía de Moscú con hacia La Habana. Numerosos periodistas internacionales se apresuraron a comprar pasajes y pelearon por ocupar los asientos más cercano a los 17A y 17C que tenía asignada la pareja, pero cuando el vuelo despegó seguían vacíos. La fotografía de un asiento desocupado dio la vuelta al mundo a través de Twitter y provocó comparaciones con el taburete vacío que utilizó Clint Eastwood en la convención republicana del año pasado para ridiculizar a Barack Obama. Esta vez, quien le ponía en evidencia no era un octogenario actor sino la comunidad internacional con la que Obama se precia de haber mejorado relaciones. Hong Kong se ampara en detalles burocráticos para justificar que el joven de 30 años pudiese abandonar el país en vuelo regular como un turista más, a pesar de que EE UU requería su extradición y el mismo sábado había revocado su pasaporte. Para ganar tiempo y facilitar el éxito del viaje, la antigua colonia británica había pedido más documentación a la Administración estadounidense.
«Decisión deliberada»
«No les compramos que ésta haya sido la decisión técnica de un funcionario de Inmigración», dijo ayer furibundo el portavoz de la Casa Blanca. «Ha sido la decisión deliberada del Gobierno de dejar escapar a un fugitivo, y esa decisión tiene incuestionablemente un impacto negativo en las relaciones de EE UU con China». Jim Carney añadió que ese movimiento supone un paso atrás en el proceso de recuperar de confianza mutua que habían iniciado ambos países.
La ironía es que todas las fuentes aseguran que el Gobierno chino dio luz verde a la salida de Snowden para preservar el buen clima que los presidentes Obama y Xi Jimping habían cultivado en la cumbre del rancho Mirage, en California, hace unas semanas. Lacónicos, los diplomáticos chinos declararon que Snowden había teñido de nieve las soleadas relaciones cultivadas bajo el sol californiano. Si Hong Kong, que goza de una trayectoria de cooperación con EE UU, como recordó el consejero de Seguridad Nacional Tom Donilon, le ha hecho semejante desaire a Obama, qué esperar de Rusia. «A mí me parece que Putin está deseando sacarle el dedo a Estados Unidos», confesó el senador demócrata Charles Schumer. La Casa Blanca insistía en que los atentados contra el maratón de Boston demostraron la capacidad de cooperar de ambos países, pero en fuentes rusas se recordaba a la prensa que Washington concede asilo continuamente a desertores rusos, por lo que Moscú no le debe nada en este terreno. Otra cosa es que EE UU tenga algo que ofrecer. «Hemos comunicado a los rusos nuestra esperanza de que examinen todas las opciones que tienen disponibles para deportar (a Snowden) a EE UU y esperamos que las consideren», dijo Carney.
Negociar con el imperio
Otros gobiernos tradicionalmente poco amistosos con Washington podrían esperar su turno para negociar con el imperio. La Habana, donde un puñado de periodistas internacionales pasarán unas inesperadas vacaciones; Caracas, a donde presuntamente iba a volar Snowden después de su escala en la isla caribeña; y Quito, cuyo ministro de Asuntos Exteriores confirmó que se está estudiando la solicitud de asilo político del técnico informático, del mismo modo se hizo en su momento con la del fundador de Wikileaks, Julian Assange, que ya lleva más de un año recluido en la Embajada ecuatoriana de Londres. Obama, que no soporta a los soplones, dijo ayer que «se están siguiendo todos los canales legales apropiados» para asegurar la captura de Snowden. «Podéis estar seguros de que se hará de acuerdo a la ley», prometió.