Un policía abraza a un manifestante en Salvador de Bahía. :: REUTERS
MUNDO

La imparable oleada de protestas amenaza a Rousseff

La presidenta de Brasil trabaja contrarreloj para contener el malestar mientras crecen las voces en su partido que piden el regreso de Lula

BUENOS AIRES. Actualizado: Guardar
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Con el inicio de la semana arranca en Brasil una carrera entre los manifestantes, que buscan mantener viva la movilización, y el Gobierno de Dilma Rousseff, que procura frenar un malestar que no termina de entender. Ayer, en diversas ciudades continuaron las protestas, aunque con menos presencia que durante la semana pasada. Aun así, el Movimiento Pase Libre (MPL) ha realizado un nuevo llamamiento para salir mañana a las calles y continuar con las reivindicaciones.

«Si antes decían que bajar el pasaje era imposible, la lucha del pueblo probó que no lo era. Ya derrumbamos los 20 céntimos (del aumento). Podemos conquistar mucho más. El transporte solo va a ser público de verdad cuando no tengamos que pagar ninguna tarifa para usarlo», aseguraron los jóvenes del MPL al convocar a los manifestantes a una nueva demostración de fuerza pacífica en la ciudad de Sao Paulo.

La movilización del MPL se celebrará junto al Movimiento Periferia Activa y el Movimiento de los Trabajadores sin Techo, ambos de perfil izquierdista. Será un desafío evitar que sectores conservadores arrebaten las banderas a la convocatoria, como ya ocurrió el jueves pasado -concluyeron sus integrantes- en las marchas que movilizaron a más de un millón de personas en casi un centenar de ciudades, con heridos, detenidos, destrozos, saqueos y dos muertos por causa de las refriegas.

También hay un sector del sindicalismo izquierdista que está convocando a través de las redes sociales para realizar un paro total de actividades el jueves bajo el lema 'Día Nacional de Lucha'. La oferta de canales de protesta sigue y se multiplica. Hay incluso un grupo de madres que ha logrado un fuerte poder de seguimiento para manifestarse de día, con los niños más pequeños, por un futuro mejor para Brasil.

Entretanto, Rousseff se reúne hoy con gobernadores, alcaldes y asesores, a fin de avanzar en una serie de medidas que permitan a su Ejecutivo recuperar la iniciativa. Ninguna propuesta tendrá un impacto tan inmediato que pueda detener las movilizaciones. Pero al menos serviría para dar señales de un cambio que se torna urgente y que encuentra a su Administración con los recursos escasos.

La mandataria, que ya sufre una caída de popularidad, tenía proyectado postularse a la reelección en 2014, pero ese horizonte se le vino encima en dos semanas de reivindicaciones. En el Partido de los Trabajadores (PT) ya hay sectores que reclaman el regreso de Luiz Inacio Lula da Silva para competir por un nuevo mandato.