ANDALUCÍA EN EL TRECE

POCA EXPECTACIÓN ANTE EL DEBATE

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EL debate sobre el estado de la Comunidad servirá de cierre este miércoles y jueves al curso parlamentario hasta la vuelta de vacaciones, en septiembre, salvo que finalmente se habilite el Parlamento para una sesión en julio. En realidad esta idea, la de celebrar un pleno en julio, viene motivada, más que por la urgencia de algún asunto, para que la opinión pública no tenga la sensación de que sus señorías se cogen dos meses largos de vacaciones. Pero es así. Se largan de vacaciones dos meses.

¿Asignaturas pendientes? Todas. El primer año de legislatura ha dado apenas para varios decretos de urgencia sobre medidas de empleo, el de las expropiaciones antidesahucios (que ahora se tramita como ley) y el aprobado contra la exclusión social. En paralelo queda la batahola de pactos auspiciados por Griñán con los sectores sociales y económicos que son más de buenas intenciones que de obligado cumplimiento.

El debate siempre marca un antes y un después en la actividad política andaluza. Hasta ahora generaba expectación por el discurso del presidente. En el último, hace dos años, Griñán anunció medidas para reactivar la economía y para la transparencia política, entre ellas los 200 millones para obras en colegios y caminos y la supresión de la pensión extra a los expresidentes de la Junta. Arenas propuso limitar a ocho años los mandatos presidenciales. Era un debate preelectoral y como tal lleno de anuncios rimbombantes.

Griñán ya ha advertido que a este debate del miércoles comparecerá «a ras del suelo». La crítica situación de las arcas públicas por la bajada de ingresos ante la debacle económica, los recortes del Gobierno, el desaire de la banca que no da crédito ni a sí misma y el espadón del déficit apuntando al cuello, no le permitirán anuncios de traca.

Tampoco el líder de la oposición, Juan Ignacio Zoido, podrá lanzar muchos cohetes dado que es su propio partido el que vigila con guadaña en mano el gasto público. Zoido hablará del escándalo de los ERE y del todavía en pañales de Invercaria. Los jueces de ambas instrucciones han dado bastante munición en la última semana contra los gobiernos socialistas de la Junta.

Será el primer debate de la Comunidad para Zoido y también para José Antonio Castro, portavoz de IU, cuyo papel será más de Pepito Grillo con Griñán, para recordarle lo todavía pendiente del pacto alcanzado por los dos partidos del Gobierno en abril de hace un año. IU quiere meter el acelerador a aquellos acuerdos. Será también el primer discurso de IU en el que su nuevo coordinador, Antonio Maíllo, intentará meter cuña.

Griñán, en línea con sus discursos hasta ahora, deplorará la política de austeridad a ultranza implantada por Bruselas. Defenderá el valor de lo público como garante de la igualdad. No hará una intervención clásica de confrontación con el Gobierno, pero no dejará pasar puyas sobre la injusta política de becas y el pulso sobre las subastas de fármacos, entre otros aspectos. Anunciará alguna medida para incentivar el empleo. Poco más. Habrá que esperar al miércoles, pero hay poca expectación sobre lo que dará de sí el debate sobre el estado de la Comunidad.