Sociedad

Rouco quiere evitar un «referéndum» anual sobre la religión en las aulas

Pide que la elección de la asignatura confesional se renueve cada curso automáticamente salvo que los padres se pronuncien en contra

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A la jerarquía eclesiástica le incomoda que los padres tengan que decidir «año tras año» si sus hijos estudian la asignatura de Religión. Que la moral católica se someta cada curso a este «referéndum» es un incordio que otros países han resuelto satisfactoriamente. El presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Madrid, el cardenal Antonio María Rouco Varela, adujo que debería bastar con que se eligiera una vez la materia de moral católica para que en cursos sucesivos el alumno fuera adoctrinado en la fe. «Es un déficit que hay que superar», aseveró Rouco, quien participó ayer en un desayuno del Fórum Europa.

Los obispos no están del todo contentos con la regulación de la asignatura de religión que se plasma en la 'ley Wert'. Pese a que el proyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) establece que la nota de Religión volverá a contar para hacer media en el expediente académico y obtener una beca, el Episcopado quiere más. Los prelados han conseguido que se suprima del currículo escolar la materia Educación para la Ciudadanía, asignatura con la que el Estado disputaba a la Iglesia el monopolio sobre la educación en valores. La reivindicación de la Iglesia se centra en favorecer la libertad de elección. Según Rouco, la exigencia de que los padres se decanten por una u otra opción -catequesis o su alternativa- es algo exclusivo de España. «En Europa, la inscripción en la asignatura de religión se hace una vez y, si no se revoca, sigue vigente en años sucesivos. En España debería ser así», sostuvo.

La Iglesia también dio otro toque de atención al Gobierno para que derogue la actual ley del aborto y ampare el «derecho a la vida». Rouco Varela apremió al Ejecutivo de Rajoy para que se ponga manos a la obra y proteja la dignidad humana. «Hay un largo camino por recorrer y cuanto antes se haga mejor. Están en juego las vidas de muchos inocentes. Urge hacerlo», dijo el cardenal. Rouco expresó su convicción de que en la secularizada Europa, «una cría de chimpancé sana vale más que un niño discapacitado». El apremio de Rouco para que el Gabinete del PP derogue la ley de plazos, que despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo durante las primeras 14 semanas de gestación y que fue aprobada en 2010 durante el mandato de Rodríguez Zapatero, no es el primero. Ya lo hizo en la inauguración de la asamblea plenaria de obispos del mes de abril de este año y sus palabras causaron gran controversia. Entonces el cardenal estimuló un debate interno en el PP, donde no todos comulgan con la idea del ministro de Justicia Ruiz-Gallardón, empeñado en suprimir de la futura ley el supuesto de malformación fetal, presente en la legislación española desde hace 30 años.

Con respecto a la amenaza del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, de denunciar los acuerdos entre España y la Santa Sede, el cardenal se mostró escéptico. Subrayó que los socialistas nunca impugnaron la entente ni durante los gobiernos de Felipe González ni después con Rodríguez Zapatero. Si en el ánimo de Rubalcaba, exministro de Educación y padre de la antigua Logse, está «cambiar el sistema y promulgar leyes de manera unilateral, ello supondría un paso atrás». La Iglesia está más abierta a una posible revisión de los pactos, aunque a continuación el arzobispo apostilló que no sabe muy bien cómo se pueden mejorar aquellos. En este sentido, se mostró persuadido de que al final «el buen sentido se impondrá». Cuando le preguntaron sobre la corrupción rampante que sacude España, el cardenal evocó una frase de Pío XII que se hizo célebre. Para Rouco, el deterioro de la ética de los gobernantes tiene que ver con la «pérdida de la conciencia del pecado». Es decir, la vida pública se denigra porque los gobernantes dan la espalda a Dios.

Ante el descrédito de la monarquía a causa de los negocios de Iñaki Urdangarin, Rouco sostuvo que la Iglesia siempre pide en sus plegarias por el jefe de Estado. La oración es uno de los «mejores servicios» que la Iglesia puede ofrecer a la institución monárquica. El cardenal también se mostró sorprendido por el eco que ha tenido la noticia de que el arzobispado de Madrid formará a ocho exorcistas para combatir las posesiones satánicas en cada una de las ocho vicarías de la capital. Para Rouco, las encarnaciones diabólicas «se dan con una frecuencia llamativa» y son problemas que no puede resolver la psiquiatría.