Economia

El Banco de España se desvincula de la revisión individual de las cláusulas suelo

El subgobernador, que enfría el plan anunciado por el Gobierno, no descarta compensar al comprador de Catalunya Banc y NCG ni trocearlas

SANTANDER. Actualizado: Guardar
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A principios de semana, el titular de Economía, Luis de Guindos, anunció que iba a pedir al Banco de España que vigilara la aplicación de la sentencia del Tribunal Supremo sobre las cláusulas suelo y su eliminación en el caso de que fueran abusivas. Añadió que el supervisor debería vigilar que no hubiera contrapartidas para compensar a los bancos por su supresión. Una contrapartida esperada era la subida de los tipos de interés en las hipotecas, algo que ya se está produciendo. Sin embargo, el instituto emisor ha corregido al ministro.

El subgobernador, Fernando Restoy, puntualizó ayer que el Banco de España «no puede entrar a valorar elementos contractuales» como son las cláusulas suelo, ni tampoco fijar los tipos de interés que deciden los bancos. «Tiene competencias en el ámbito prudencial y de conducta de las entidades financieras», nada más, señaló. Lo que sí hará es dirigirse a todas ellas a través de una comunicación «para que evalúen con todo el rigor posible sus cláusulas a la luz de la sentencia y comuniquen al supervisor el impacto».

Además, el subgobernador aprovechó su intervención en el seminario 'Marca España y Competitividad' de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo para justificar una posible subida de interés en las hipotecas. «Todos deben aceptar que los tipos que fijan las entidades dependen de muchos factores, entre otros, de la cobertura del riesgo», dijo. Como la existencia de cláusulas techo y suelo limita el riesgo de su variabilidad, «puede tener algún efecto razonable» en la moderación del diferencial que se aplica al euríbor en las hipotecas. Por eso, a juicio de Restoy, cualquier incremento en ese aspecto «no supone ningún incumplimiento 'per se'» de las normas del supervisor.

Restoy, que es también presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), anunció que es posible que «este año» se produzca la venta de las dos entidades nacionalizadas cuya colocación está paralizada: Catalunya Banc y Novagaliciacaixa. Al contrario de lo dicho hasta ahora, no descartó que se ofrezca «una garantía de protección sobre una parte de la cartera». Precisamente la anterior subasta de la primera de ellas resultó fallida porque los interesados querían un esquema de protección de activos (EPA). El jueves, el presidente de Kutxabank, Mario Fernández, declaraba que no tenían «interés alguno» en ellas si no recibían a cambio una inyección de capital o un EPA.

Además de no descartar ofrecer alguna garantía para los compradores, el subgobernador tampoco desechó la posibilidad de trocear las entidades para venderlas, aunque todo dependerá del «apetito del mercado». Matizó que las entidades están «razonablemente capitalizadas» y que su previsión es que no van a necesitar más capital público. A lo que no se atrevió es a asegurar que se recuperarían todas las ayudas públicas invertidas en las dos entidades. Solo dijo que las gestionarán y enajenarán a fin de que el coste para el contribuyente «sea el menor posible». Unos días antes, De Guindos había apuntado la posibilidad incluso de ganar dinero con la venta, lo que no parece encajar en las previsiones del Banco de España.

«La estrategia está clara», expuso Restoy: «No vamos a intentar prorrogar de manera inadecuada nuestra presencia (en las entidades nacionalizadas)». Admitió en este sentido que España ha dedicado ya «un volumen importantísimo de recursos públicos al saneamiento del sistema financiero», aunque matizó que ha sido «bastante inferior al de muchos países» y consideró que había sido «imprescindible para proteger a los depositantes y garantizar la estabilidad financiera».