Antonia Gómez, la madre de José Bretón, llega al estrado para prestar declaración. :: EFE/SALAS
ANDALUCÍA

El cuñado de Bretón le ve «responsable de la desaparición» de sus hijos

Afirma que en una ocasión el acusado le comentó «tener alguna guardada» contra su expareja

CÓRDOBA. Actualizado: Guardar
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Uno de los cuñados de José Bretón , acusado de la muerte de sus dos hijos menores en octubre de 2011, apuntó ayer que «no se cree» que el acusado matara a los niños, aunque sí que fue responsable de su desaparición, ya que le considera «capaz de hacerles daño».

Los dos cuñados de Bretón incidieron en la tesis apuntada por todos los conocidos de la pareja: que era muy extraño que alguien tan controlador y pendiente de los pequeños los extraviara, por lo que dudaron de la versión que dio el 8 de octubre cuando denunció la pérdida de Ruth y José en un parque de Córdoba.

José Ortega, marido de la hermana de Bretón , explicó al jurado que a raíz de ese día empezó a recordar cosas cómo que este le había comentado en una ocasión «el tener guardada alguna» para su exmujer Ruth Ortiz, e incluso cree que el acusado «ensayó» con sus propios hijos al dejarlos solos unos minutos en un banco de la vía pública para ver cómo reaccionaban.

También le extrañó que tras denunciar la desaparición Bretón y su hermano Rafael se mostraran poco nerviosos e incluso «fríos», de ahí que desconfiara de todos.

Reconoció que antes de que un antropólogo forense identificara los huesos como de menores pensó que «algún profesional había preparado esto y los niños estaban bailando en Canadá», aunque a continuación aseguró que desde septiembre que ya no alberga esperanzas de volver a ver a los niños.

Derecho a no declarar

Los cuñados fueron los únicos que testificaron este viernes ya que la familia directa se acogió a su derecho a no declarar.

Al entrar y al salir de la sala tanto los padres como la hermana de Bretón saludaron al acusado, aunque su hermano Rafael evitó cruzarse la mirada con él.

El padre, Bartolomé, entró con dificultad, ayudado por un auxiliar geriátrico. La madre lo hizo con decisión y fue decidida a darle un beso a su hijo antes de comenzar a prestar declaración.

Testigo de estos movimientos fue Ruth Ortiz, que siguió toda la sesión desde una sala contigua junto a miembros del servicio de atención a las víctimas de la violencia de género.

Junto a los familiares de Bretón, también declaró un testigo que dijo haberle visto la mañana del 8 de octubre en la finca familiar de Las Quemadillas, como corroboraron los informes de telefonía y el psiquiatra que le atendía habitualmente. Este lo describió como una persona «obsesiva, dominante y posesiva», y confirmó que le recetó los tranquilizantes porque conocía sus antecedentes depresivos cuando supo que se estaba separando de Ruth Ortiz.