MUNDO

Obama, abrumado

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Horas antes de partir para Irlanda del Norte, Barack Obama se sentó en la biblioteca de la Casa Blanca a hablar con el prestigioso periodista Charlie Rose sobre los retos que tenía por delante. Y a pesar de que Rose es conocido por la profundidad de sus análisis, en la entrevista emitida el lunes por la noche el presidente parece estar frustrado y abrumado por la complejidad de un conflicto que, a su juicio, todo el mundo tiende a simplificar.

«Mira, Charlie, lo que estoy diciendo es que a menos que hayas estado en la Sala de Situaciones, enfrascado en la inteligencia que nos llega y reuniéndote directamente con nuestros militares, para preguntarles cuáles son nuestras opciones y examinar las consecuencias, no puedes entender esto», se frustró el mandatario. «Por ejemplo, si estableces una zona de exclusión aérea puede que no estés resolviendo el problema sobre el terreno y si estableces un corredor humanitario, ¿estás de hecho comprometido a parar los aviones que lo cruzan o también los misiles? Y si es así, ¿significa eso que tienes que eliminar primero el armamento de Damasco? ¿Estás preparado para bombardear Damasco? ¿Y qué pasa si hay bajas civiles? ¿Hemos localizado todas los arsenales de armas quimicas en Siria para asegurarnos de que no bombardeamos uno que acaba dispersando químicos y matando a civiles, que es precisamente lo que intentamos prevenir?".

La retahíla de Obama era una inusual ventana a lo que pasa por la cabeza del mandatario, acusado de lento a la hora de tomar decisiones. Obama estaba en realidad contando lo que ocurre en esa sala de conferencias de 460 metros ubicada en un sótano del Ala Oeste donde se analizan delicados informes de inteligencia y se toman las decisiones más críticas de la política estadounidense. Según estos informes, el 90% de las muertes que ocurren en Siria no se deben a ataques aéreos. «Las fuerzas aéreas sirias no son particularmente buenas, no tienen buena puntería», aclaró. Por ello una zona de exclusión aérea al estilo de la de Libia tampoco solucionaría el problema, sino que lo complicaría más, ya que Moscú ha proporcionado modernas baterías antiaéreas al gobierno de Bashir al-Assad. «Mientras sienta que tiene el apoyo de Rusia e Irán cree que no necesita propiciar una transición política, sino que puede seguir suprimiendo violentamente a la mitad de la población», suspiró Obama.