ANDALUCÍA

El acusado de matar a su novia de una brutal paliza en Otura dice que ella se autolesionó

GRANADA. Actualizado: Guardar
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El joven acusado de asesinar de una brutal paliza a su novia, de 18 años, declaró ayer no recordar los hechos, aunque recalcó que ella se «autolesionó» tras una discusión y que, después, pudieron «intercambiarse» algunos golpes. La Audiencia de Granada comenzó el juicio, con jurado popular, contra Javier B.R., un joven para el que la Fiscalía ha solicitado 25 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía, ensañamiento y agravantes tras acabar con la vida de su novia Mónica, de 18 vecina de Otura (Granada).

Los hechos tuvieron lugar el 19 de julio de 2011 cuando el presunto asesino, que tenía entonces 21 años, recogió a su novia en su coche, pasó por las inmediaciones de un campo de golf, se marchó con ella a un descampado y la agredió. El acusado explicó que se tomó varias cervezas con el padre de la víctima y fumó porros. Según el relato de Javier, recogió a Mónica sobre las 19.30 horas y se marcharon a las inmediaciones de un campo de golf porque Mónica le propuso mantener allí relaciones sexuales.

En ese momento, él le descubrió a ella la marca de un bocado en el pecho, le preguntó qué era, ella le explicó que de la agresión sexual de un exnovio y, más tarde y según Javier, le reconoció que fue una relación consentida. «Entonces me mordió, no me dejó arrancar y me insultó. Empezó a darse puñetazos y cabezazos y yo intenté tranquilizarla, pero se bajó del coche», declaró el acusado.

200 golpes

Javier detalló que fue a buscar a Mónica al descampado, donde la vio «autolesionándose, en el suelo dándose golpes», ante lo que «la abracé para que parara», a lo que, supuestamente, la joven respondió golpeándole con una piedra en la sien. Este golpe, explicó Javier, le dejó aturdido. Tras recuperarse, la vio tendida en el suelo, «le faltaba el aire y le oí decirme 'te quiero'», por lo que le hizo el boca a boca, intentó reanimarla, la subió al coche y condujo hasta un hospital de Granada, donde la joven murió a los pocos minutos de ingresar tras recibir unos 200 golpes.

El acusado recalcó que la relación con su víctima estaba bien, aunque el día de los hechos Mónica le mandó un mensaje al móvil en el que le decía que era mejor que lo dejaran. Javier la llevó hasta el hospital y se marchó para «aparcar bien» y en sus primeras declaraciones dijo que habían sido atacados por una banda de cuatro hombres. Su defensa ha solicitado 5 años de cárcel por un delito de homicidio con los atenuantes de arrebato, consumo de drogas y alcohol y prestación de auxilio.