EE UU legitima su trama de espionaje
Un informe desvela que la interceptación de llamadas y correos electrónicos impidió «decenas» de atentados en más de 20 países
WASHINGTON. Actualizado: GuardarFuncionarios de inteligencia de EE UU han asegurado al Senado que los programas de espionaje electrónico y telefónico han permitido frustrar «decenas de tramas terroristas» dentro del territorio estadounidense y en más de 20 países. Según informó ayer The Wall Street Journal, la dirección nacional de los servicios secretos proporcionó el fin de semana al Comité de Inteligencia de la Cámara Alta un documento que amplía la información sobre los dos controvertidos programas de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA).
El informe no identifica cuáles son los 20 países en los que la vigilancia de la NSA ha sido crucial para frustrar ataques terroristas, y cita sólo un caso, el del intento de atentado del afgano Nayibullah Zazi en el metro de Nueva York en septiembre de 2009. La detención de Zazi -que actualmente cumple cadena perpetua- fue posible tras la interceptación de correos electrónicos pertenecientes a células operativas de Al-Qaida en las que se aludía a una persona que trataba de «agenciarse con material explosivo».
La inteligencia de EE UU aseguró además que los registros telefónicos de estadounidenses que se recopilan gracias a acuerdos como el de Verizon -revelado recientemente por el exconsultor informático Edward Snowden al diario británico The Guardian- solo se revisan en un número limitado de casos. En 2012, por ejemplo, se investigaron menos de 300, algo que únicamente se hizo en los casos en que esos datos estaban «asociados con organizaciones terroristas extranjeras específicas».
Sustentados en la necesidad de anticiparse a cualquier amenaza para la seguridad y como resultado de las lecciones aprendidas a raíz del 11-S, la NSA tiene además otro programa, conocido como Prism, que le da acceso a los servidores de nueve compañías de internet, entre ellos Google, Facebook o Microsoft, según desveló The Guardian. Ese segundo programa busca seguir la pista a extranjeros que «puedan tener valor de inteligencia», apunta el documento.