«La austeridad nos ha llevado a más desigualdad y pobreza»
MADRID. Actualizado: GuardarLa austeridad ha fracasado en Europa y es urgente un cambio de rumbo, denuncian los sindicatos. Las cuatro jornadas de protestas «contra las directrices europeas que imponen ajustes y recortan derechos sociales» culminaron ayer con las manifestaciones convocadas en más de treinta ciudades españolas. La de Madrid, que concluyó en la Puerta del Sol, estuvo encabezada por los dirigentes de los sindicatos CC OO, Ignacio Fernández Toxo, UGT, Cándido Méndez, y USO, Julio Salazar. Los tres líderes exigieron al presidente Mariano Rajoy que defienda en Bruselas, durante el Consejo Europeo de los días 27 y 28 de junio, un giro radical en las políticas de recortes que están aplicando los países más vulnerables por exigencias de la canciller Merkel y su sustitución por un plan de choque que sirva para estimular la inversión y el empleo.
El lema de las concentraciones, auspiciadas por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) era «Por una Europa más social y democrática». Y los convocantes concretaron la fómula a seguir para conseguir este objetivo en el manifiesto al que se dio lectura al término de la concentración. Después de tres años, los fuertes recortes sociales aplicados «solo han producido más desigualdad y más pobreza», argumentaron. Demandaron un nuevo programa de recuperación a nivel europeo, que restaure el crecimiento sostenible y combata el desempleo. También exigieron poner fin a los recortes de gasto público, de la protección social y de los salarios por considerar que son medidas «injustas», que aumentan el desempleo y agravan la recesión.
Por todas estas razones instaron a «apostar por un cambio de modelo productivo que permita poner fin a la competitividad basada en bajos salarios y condiciones laborales precarias». Esa transformación se produciría con iniciativas como el aumento de las inversiones, la promoción del diálogo social y la negociación colectiva en todos los ámbitos; una fiscalidad gradual y redistributiva sobre los ingresos y la riqueza, poniendo fin a los paraísos fiscales, la evasión de impuestos, el fraude y la corrupción; el reforzamiento de las redes de protección social para atender a las personas que peor lo están pasando y el mantenimiento del consenso sobre el sistema público de pensiones, sugirieron.
La manifestación de Madrid, menos concurrida que en otras ocasiones, convocó a unos miles de personas que discurrieron por las calles más céntricas de la ciudad en una marcha festiva con abundantes pancartas y acompañamiento musical de tambores y silbatos. «Robáis al obrero para dárselo al banquero», «Ni exilio ni paro», «Menos austeridad y más democracia», «No a los recortes sociales y a las pensiones mínimas» fueron algunas de las consignas inscritas o coreadas.
En la convocatoria de Barcelona, los manifestantes protestaron también por los recortes aplicados por el Gobierno catalán en sanidad y educación.