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Irán apuesta por el reformismo
Hasán Rohani, el único representante del cambio, arrasa en las elecciones y se convierte en presidente electo
ESTAMBUL. Actualizado: GuardarOcho años después de la victoria de Mahmud Ahmadineyad, un clérigo reformista vuelve a ocupar la presidencia de Irán. Hasán Rohani arrasó en la cita con las urnas del viernes y obtuvo 18 millones votos, lo que equivale casi al 50,7% del total, que le permitieron no tener que recurrir a una segunda vuelta. En segunda posición quedó Mohamed Galibaf, alcalde de Teherán, con 6 millones de votos, y en tercera, con 3 millones, el que los expertos presentaron durante la campaña como el gran favorito y hombre de confianza del ayatolá Jamenei, Saed Yalili, actual negociador nuclear de la república islámica que sale de su primera aventura política por la puerta trasera. Fue precisamente Yalili quien primero felicitó a Rohani y para ello empleó su cuenta de Twitter, en la que le ofreció «todo el apoyo en su misión de servir a la nación iraní».
El Ministerio de Interior dio los resultados finales pasadas las ocho de la tarde en la república islámica, una situación muy diferente a la ocurrida en 2009 cuando anunciaron la reelección de Ahmadineyad a las pocas horas del cierre de los centros de votación. Esto provocó la ira de miles de personas que se echaron a las calles del país para denunciar el fraude en el recuento y así comenzaron las protestas más graves de la historia de Irán, que terminaron con los líderes reformistas, Mir Husein Musavi y Mehdi Kerrubi, en arresto domiciliario.
En esta ocasión emplearon para el escrutinio casi 24 horas y el Ministerio de Interior anunció que los candidatos tienen un plazo de tres días para impugnar los resultados y denunciar irregularidades. Tras conocerse la victoria, la fiesta estalló en varias calles de Teherán, según las fotos e imágenes difundidas por agencias internacionales y los propios ciudadanos a través de las redes sociales.
La participación oficial fue de un 72,2%, un dato que ha beneficiado al único reformista de los seis candidatos, que ha logrado movilizar el voto descontento de aquellos que quieren cambios y una mayor apertura en el sistema. Rohani ha roto todos los pronósticos y ha derrotado con claridad a los cinco aspirantes ultraconservadores a la presidencia, incapaces de aunar programas y formar una lista única durante las últimas semanas.
«Triunfo de la inteligencia»
La entrada de Rohani en escena trunca el giro al fundamentalismo iniciado en los comicios parlamentarias del pasado año. En un mensaje leído en la televisión estatal pocas horas después de conocer el resultado, el clérigo reformista destacó «la victoria de la moderación sobre el extremismo». «Este triunfo es el de la inteligencia, de la moderación, del progreso sobre el extremismo», aseguró. Aun así, el nuevo presidente se va a enfrentar a una Cámara donde la mayoría absoluta está en manos de la corriente más dura del régimen.
Miembro de la Asociación de Clérigos Combatientes, la misma a la que pertenece Mohamed Jatami, durante la campaña abordó temas tabú como el diálogo nuclear y la relación con Estados Unidos, el «gran satán» para el régimen desde la revolución de 1979. En materia nuclear «mi gobierno no será un gobierno de compromiso y rendición, pero no seremos tampoco temerarios», señaló el clérigo a la hora de referirse a unas negociaciones empantanadas que han costado al régimen de los ayatolás unas duras sanciones por parte de la UE y la Administración Obama.
Respecto a sus relaciones con EE UU, Rohani no descartó «aunque sea difícil» entablar contacto directo para superar la crisis nuclear. Algo similar a lo que hizo en 2003 cuando era el jefe negociador iraní y aceptó suspender el enriquecimiento de uranio y aplicar el protocolo adicional del Tratado de No Proliferación, que permite inspecciones sin previo aviso de las instalaciones atómicas. Medida que truncó Ahmadineyad
Cuando el recuento avanzaba y se consolidaba la opción del clérigo reformista frente a los fundamentalistas, el Líder Supremo colgó un mensaje en su página web para anunciar que «el voto a cualquiera de los candidatos es un voto para la república islámica y un voto de confianza en el sistema». Jamenei pidió a lo largo de la semana una gran participación y casi 37 millones de los 50 millones de ciudadanos con derecho a voto respondieron a su llamamiento. El ayatolá agradeció al pueblo iraní su masiva afluencia a las urnas y señaló que «el presidente elegido es de todo el pueblo». «Estas elecciones han mostrado una cara llena de esperanza del Irán islámico a amigos y enemigos», añadió.
Las elecciones iraníes se celebraron sin presencia de observadores internacionales y con un número muy reducido de medios internacionales. Las autoridades persas, sin aportar ningún motivo, no concedieron el visado a este medio pese a realizar los trámites con más de dos meses de antelación.
de votos cosechó Hasán Rohani en las elecciones presidenciales celebradas el viernes en Irán. Los 18 millones de votos que alcanzó le convierten automáticamente en el ganador y no habrá necesidad de celebrar segunda vuelta al contar con la mayoría absoluta.